En una vuelta increíble de la fortuna, el boxeador Ryan García, quien recientemente celebró una victoria sobre Devin Haney, se encuentra ahora en la mira de la ley tras ser arrestado por vandalismo en un hotel. Este es el último en una serie de eventos desafortunados para García, quien fue descubierto previamente dando positivo en un control antidopaje antes de su pelea.
Según informes de TMZ Sports, García fue arrestado por vandalismo en el prestigioso hotel Waldorf Astoria en Beverly Hills. Las imágenes de la estrella esposada y llevada a la estación de policía son un contraste marcado con su imagen habitual de campeón en el ring.
Los informes indican que García causó daños en el hotel por un valor estimado de $15,000. De acuerdo con las leyes de California, causar daños por un valor superior a $400 se considera un delito grave. Por lo tanto, es probable que García tenga que enfrentarse a los tribunales por este incidente, lo que podría tener consecuencias significativas para su carrera.
Además de todo esto, se informa que García estaba bajo la influencia del alcohol en el momento del incidente. Según fuentes, el hotel se negó a seguir sirviéndole alcohol, lo que provocó que García comenzara a destrozar el mobiliario del hotel.
Este comportamiento errático no es nuevo para García. Durante las conferencias de prensa previas a su combate con Haney, admitió que bebía regularmente. Estos incidentes recientes parecen confirmar esta afirmación y, lamentablemente, demuestran que García puede tener problemas con el alcohol. De hecho, este no es el primer incidente de este tipo que García ha tenido en hoteles de lujo.
Antes de su pelea con Haney, hubo rumores y especulaciones sobre la salud mental de García después de algunas declaraciones incoherentes. Este último incidente en el Waldorf Astoria vuelve a plantear esta preocupación. Parece ser que García necesita ayuda y debería considerar un ingreso en un centro de rehabilitación para tratar sus problemas con el alcohol.
Este camino no es desconocido en el mundo del boxeo. De hecho, el famoso promotor y exboxeador Óscar De la Hoya vivió un camino similar. De la Hoya se sometió a tratamiento para sus propios problemas con la bebida y ha hablado abiertamente sobre su lucha y recuperación. García podría beneficiarse de seguir un camino similar para preservar tanto su salud como su carrera en el boxeo.
La historia de Ryan García es un recordatorio de que, a pesar del brillo y el glamour que a menudo se asocian con el boxeo profesional, los boxeadores son humanos con problemas reales. Los desafíos de la fama, la presión y la adicción pueden ser una mezcla peligrosa, como lo demuestra la situación actual de García. El camino a seguir para él será sin duda desafiante, pero con la ayuda adecuada y el apoyo necesario, hay esperanza de que pueda superar estos obstáculos y regresar al ring.
Por ahora, el mundo del boxeo observa y espera, con la esperanza de que esta historia sirva de recordatorio y advertencia para los boxeadores actuales y futuros. La fama y el éxito en el ring pueden ser efímeros, pero los problemas personales y los desafíos de la vida real pueden tener un impacto duradero.