El rescate israelí de cuatro rehenes en Gaza desencadena una matanza: ‘Los bombardeos venían de todas las direcciones’ | Internacional

EL PAÍS

El pasado sábado, la devastación se apoderó del campamento de refugiados de Nuseirat en Gaza, cuando el ejército israelí llevó a cabo una operación sorpresa para liberar a cuatro rehenes. La cadena de televisión Al Jazeera ha documentado historias desgarradoras de supervivientes, como la de Julud Shalaq, una desplazada gazatí que sostiene a un niño gravemente herido, el único superviviente de su familia que, según ella, perdió al menos 14 miembros. El coste humano de esta liberación de rehenes ha sido inmenso, y aunque las cifras varían, todas las fuentes señalan a una de las mayores masacres en los últimos ocho meses de conflicto.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en Gaza informó el domingo de 274 muertos (de los cuales 64 son niños y 57 mujeres) y 698 heridos. Sin embargo, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, sostuvo que el número de muertos era «menor a 100». Peter Lerner, otro portavoz del ejército, se negó a confirmar la presencia de civiles entre las víctimas o a proporcionar cifras exactas.

Las víctimas fueron llevadas a dos hospitales, Al Awda y Mártires de Al Aqsa, ambos sobrepasados por la magnitud de la tragedia. Según Karin Huster, responsable médica de Médicos Sin Fronteras en el Mártires de Al Aqsa, la sala de urgencias se encontraba «completamente abarrotada de pacientes en el suelo procedentes de los bombardeos de Nuseirat». El Ministerio de Sanidad hizo un llamado desesperado a la población para que donara sangre.

Las imágenes de los bombardeos aéreos intensos, edificios en ruinas, y muertos y heridos en el suelo han sido difundidas por los canales de televisión locales y los testigos en las redes sociales. Israel impide el acceso a la prensa internacional a la zona.

Relatos de testigos como Mohamed Al Tahrani, residente en el campamento de refugiados, pintan un panorama de absoluto horror. Al Tahrani, de 32 años, afirmó que nunca pensó que viviría algo similar a los recientes bombardeos y disparos. Otro residente de Nuseirat, Nidal Abdo, informó a la cadena CNN que cayeron unas 150 bombas en menos de 10 minutos.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezedin al Qasam, alegan que el ejército israelí mató a tres rehenes en los bombardeos para liberar a cuatro, uno de los cuales tiene nacionalidad estadounidense. El ejército israelí ha negado categóricamente estas acusaciones.

Las Fuerzas Armadas israelíes han confirmado que abrieron fuego por tierra, mar y aire, mientras que diversos milicianos trataban de impedir el rescate. Fuentes indican que las tropas israelíes de incógnito fueron descubiertas y comenzaron a circular rumores de que había «explosiones violentas» y «fuerzas especiales» en la zona.

Estas «fuerzas especiales» eran mistaravim, tropas que se infiltran entre los árabes en territorio palestino, retratadas en la popular serie de televisión Fauda. Algunos de ellos se disfrazaron de milicianos de Hamás para llevar a cabo la operación de rescate.

La operación de rescate duró aproximadamente dos horas desde los primeros bombardeos. Fuerzas de una unidad operativa de los servicios de inteligencia y de una unidad de élite de la policía de fronteras se movieron rápidamente entre tiendas de campaña mientras la aviación continuaba bombardeando la zona como apoyo.

Los rehenes liberados, Noa Argamani, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv, habían sido tomados durante un ataque masivo el 7 de octubre, en un festival al aire libre cerca de Gaza.

A pesar de los desafíos, el ejército logró evacuar a los rehenes a través de helicópteros que los sacaron de Gaza. Estados Unidos ha desmentido los informes de que la evacuación se llevó a cabo a través del muelle temporal que ha instalado para la entrada de ayuda humanitaria.

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