La televisión abierta en Chile presenta una programación que, lejos de ofrecer diversidad, parece seguir una fórmula replicada en todas las estaciones. Los programas noticiosos, que representan el 24,8% del total de los contenidos seguidos en la televisión abierta el año recién pasado, son, paradójicamente, los de mayor audiencia. Tal es el caso que el reciente informe anual del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) confirma esta tendencia.
Las cinco emisoras privadas y el único canal público, en su estrategia de marketing, transmiten estos espacios noticiosos a la misma hora, intercalados por tandas publicitarias idénticas y ordenando los temas de acuerdo a un mismo criterio. Sorprendentemente, todos los canales inician sus espacios informativos con informes policiales sobre hechos ocurridos en las últimas horas, generando un clima de temor e inseguridad en la población.
El informe del Consejo de TV revela que la población dedica el 31.3% de su tiempo frente al televisor a ver estos informativos. Aquí se incluyen casos de servicio público, temas de salud, abusos, violencia intrafamiliar, y sucesos insólitos o extraordinarios. El resto del tiempo está dedicado a la política, con especial énfasis en las actividades parlamentarias, de partidos políticos, y la tramitación de leyes y proyectos de legislación.
Antes de finalizar los noticiarios, todos los canales difunden informaciones deportivas, con una preponderancia del fútbol. No obstante, la difusión de partidos o goles de las competencias locales es limitada, lo que obliga a los fanáticos a suscribirse a televisión prepagada para ver determinados partidos. En este sentido, las autoridades han coartado libertades en el acceso a los estadios debido a graves incidentes y desmanes incontrolables.
Los programas matinales y misceláneos representaron el año pasado el 18.4% de la oferta total, mientras que los llamados “programas de conversación” ocuparon el 13,2%. A pesar de su bajo nivel cultural, estos espacios son vistos de manera casi obligatoria en salas de espera, clínicas, consultorios, hospitales, oficinas públicas, fábricas, instituciones privadas y miles de residencias particulares en barrios y poblaciones.
A estos le siguen las teleseries, que han decaído notablemente en producciones nacionales, imponiéndose las series turcas y de otras nacionalidades. Llegan al 10,1% y las miniseries al 8,6%, los reportajes al 7,3% y los reality shows, que volvieron en “gloria y majestad” el año 2023, el 5,1% gracias a “Gran Hermano” en CHV y “Tierra Brava” en Canal 13.
La programación “cultural” es la más castigada, con apenas un 9% de la oferta total. Durante la semana llegan al 9% del total de la oferta, mientras que los fines de semana alcanzan al 25%. La procedencia de los contenidos de programación nacional llega al 84% y la extranjera sólo al 15,2%. Con el 91,5%, TV Más es el canal con mayor cantidad de producción local, seguido por CHV con 89,3%, TVN con 82,7%, Canal 13 con 82,1% y Mega con 75,3%.
El CNTV indica que el 61,4% de la teleaudiencia son mujeres, y el 57% son hombres y mujeres mayores de 50 años. El segmento mayor de 65 años es el que dedica más tiempo frente a la pantalla, con casi seis horas de promedio al día. En cualquier caso, es preferible que los niños jóvenes se alejen de este medio, aunque en general se vuelcan a las plataformas online y redes sociales, que constituyen un fenómeno aparte digno de otro tipo de estudios.