Dificultades en los sobrevivientes de cáncer de sangre

Hasta dos tercios de los supervivientes de cáncer sanguíneo desarrollarán complicaciones físicas o psicosociales

El tratamiento y la prevención de enfermedades hematológicas, como el cáncer sanguíneo, son áreas de la medicina que han experimentado una transformación radical en los últimos años. Tal es el progreso que ocho expertos de renombre han compartido sus conocimientos y experiencias en un esfuerzo por abordar una serie de temas críticos, desde la prevención y el tratamiento del cáncer sanguíneo hasta el futuro de las terapias y la inmunoterapia.

Izaskun Zeberio, del Hospital Universitario Donostia, Gipuzkoa, destaca la importancia del seguimiento a largo plazo de los pacientes libres de enfermedad tras el tratamiento del cáncer sanguíneo. Como explica, el seguimiento comienza cuando termina el cuidado oncológico rutinario, normalmente cinco años después de finalizar el tratamiento. Según Zeberio, este seguimiento es crucial para prevenir, diagnosticar y tratar eficazmente cualquier efecto tardío de la enfermedad o complicaciones derivadas del tratamiento.

La enfermedad de injerto contra huésped (EICR) crónica, una complicación que puede surgir después de un trasplante alogénico de células madre sanguíneas, también fue destacada por Lorenza Bermejo, una paciente que ha vivido con la enfermedad durante cuatro años. A pesar de ser una condición poco conocida, afecta al 50% de los pacientes que se someten a dicho procedimiento. La EICR se produce cuando los linfocitos del donante atacan los órganos y tejidos sanos del receptor.

La prevención del cáncer sanguíneo es un área que requiere más investigación, según María Victoria Mateos, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Aunque algunos tipos de cáncer pueden ser precedidos por situaciones premalignas sobre las que se podría actuar para una detección precoz, los programas de cribado deben ser manejados con cuidado para evitar costes innecesarios, impacto psicológico negativo y el uso de herramientas diagnósticas innecesarias.

El futuro del tratamiento del cáncer sanguíneo puede estar en la terapia CAR-T, una forma de inmunoterapia que ha revolucionado el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, según Ignacio Gómez Centurión, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, y José Antonio Pérez Simón, del Hospital Universitario Virgen del Rocío. A pesar de los desafíos que presenta, como la necesidad de más recursos y la reducción de costes, la terapia CAR-T ofrece una alternativa terapéutica eficaz y potencialmente curativa para pacientes con mal pronóstico.

Los anticuerpos monoclonales biespecíficos representan otro avance en el campo de la inmunoterapia contra el cáncer. Estos anticuerpos combinan la especificidad de dos anticuerpos monoclonales, permitiendo el reconocimiento y la unión específica a dos moléculas diferentes. Según Alfredo Corell, doctor en Biología y catedrático de Inmunología en la Universidad de Sevilla, esta nueva inmunoterapia ofrece una alta eficacia en pacientes muy tratados con una adecuada tolerabilidad.

El abordaje multidisciplinar de la leucemia linfocítica crónica (LLC) en la era de la medicina de precisión es otro cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer sanguíneo. La LLC representa el 1,2% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer y el 30% de todas las leucemias del adulto, señala Francesc Bosch, del Hospital Universitario Vall D’Hebron, de Barcelona. El tratamiento libre de quimioterapia en la LLC ya es una realidad, gracias a las novedades terapéuticas que se han producido en el último año.

En resumen, el progreso en el tratamiento y la prevención del cáncer sanguíneo es palpable. Sin embargo, aún queda mucho por recorrer para poder implementar medidas de detección y prevención efectivas. Afortunadamente, los avances en la terapia CAR-T, los anticuerpos monoclonales biespecíficos y el abordaje multidisciplinar de la LLC, entre otros, ofrecen esperanza para el futuro.

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