El panorama de la informática está experimentando un cambio tectónico con la emergente adopción de la arquitectura ARM en los procesadores de ordenadores. Aunque la presencia de procesadores ARM en el mercado no es un fenómeno reciente, la tendencia está ganando un impulso significativo en la actualidad. El ejemplo más prominente es el de los chips Apple Silicon de Apple, presentados en la WWDC 2020 y lanzados en los primeros sistemas a finales de ese mismo año. Sin embargo, la historia de la arquitectura ARM se remonta a 1987 con el lanzamiento del Acorn Archimedes, el primer PC de uso general equipado con una CPU RISC ARM de 32 bits.
El rumbo de la informática no se dirige hacia la revisión de su historia, sino hacia el futuro, un futuro que parece muy prometedor para Arm Holdings y para las empresas tecnológicas que han optado por implementar la arquitectura ARM en sus circuitos integrados. Esta tendencia ascendente se debe en gran medida al salto de Qualcomm a este mercado con sus chips Snapdragon X y a la colaboración entre Qualcomm y Microsoft, que ha resultado en la producción de los primeros ordenadores portátiles Copilot+ PC con el SoC de Qualcomm.
En este escenario, Qualcomm emerge como un competidor serio para AMD e Intel. Recientemente, Michael Dell, fundador y CEO de Dell, reveló que NVIDIA está trabajando en un chip para el mercado de PC con IA. Esta estrategia no es sorprendente, sino que se alinea con la creciente atención hacia la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito de los clientes y con el estado actual del ecosistema de PC.
El CEO de Arm Holdings, Rene Haas, tiene una visión ambiciosa para el futuro de la arquitectura ARM. Según TechPowerUp, Haas predice que la arquitectura ARM superará a la x86-64 en el mercado de PC en 2029. Esta afirmación se basa en el hecho de que son solo dos los fabricantes que producen chips x86 (AMD e Intel), en comparación con un ecosistema de proveedores de SoCs en constante crecimiento. Aunque Qualcomm es actualmente el único jugador en este ecosistema, NVIDIA ya ha dado indicios de unirse y, sin duda, veremos a más fabricantes hacer lo mismo en el futuro.
Las declaraciones de Haas son especialmente importantes porque, a diferencia del público en general, que solo puede especular, él debe tener acceso a mucha más información que le permita hacer previsiones de este tipo. ¿Cuántos potenciales proveedores de chips habrán contactado ya con Arm Holding para valorar la producción de integrados? Tal vez la perspectiva de superar a la x86-64 en cinco años sea demasiado optimista, pero como dice el refrán, «donde hay humo, hay fuego».
Estas consideraciones plantean una pregunta crucial: ¿Es posible que la arquitectura ARM se haga con el 50% del mercado de PC en cinco años? Esta es una pregunta que solo el tiempo puede responder. Pero una cosa es segura: la evolución de la tecnología de procesadores está en pleno apogeo, y la arquitectura ARM está en el centro de este cambio dinámico.