Con las expectativas y la presión en su punto más alto, la tenista polaca Iga Swiatek se elevó por encima de todo para obtener su cuarto título en Roland Garros. La jugadora de 23 años protagonizó una notable victoria de 6-2 y 6-1 contra la italiana Jasmine Paolini en una final disputada el sábado. Tras la victoria, Swiatek expresó orgullo por su logro y alivio por haber logrado manejar la presión que conlleva el torneo.
Swiatek ha demostrado ser una contendiente formidable durante toda la quincena parisina. A pesar de enfrentarse a una dura competencia, la única excepción fue su partido de segunda ronda contra la ex número uno del mundo, Naomi Osaka. En ese partido, Swiatek tuvo que luchar para salvar una bola de partido.
Según explicó en su conferencia de prensa posterior al partido, el encuentro con Osaka le enseñó una valiosa lección. «Ese partido contra Osaka me hizo pensar que siempre tengo que confiar en mí misma, en que soy capaz de encontrar mi tenis incluso cuando me encuentro en un gran peligro. Con ese tenis, soy capaz de dar la vuelta a los partidos. Eso me da confianza».
El cuarto título de Roland Garros tiene un significado especial para Swiatek. «Este título representa muchísimo para mí. El torneo ha sido muy surrealista, con esa segunda ronda, antes de ir jugando cada vez mejor, partido a partido. Estoy muy orgullosa de mí porque las expectativas que había en el exterior eran enormes y la presión también era enorme. Así que estoy contenta de haber terminado con el título y de haber sido capaz de gestionar todo esto», expresó Swiatek.
Con tan solo 23 años, Swiatek parece destinada a dejar su huella en la tierra batida de París. Ha ganado cuatro de las últimas cinco ediciones de Roland Garros, y hasta ahora ninguna de las principales raquetas del ranking parece capaz de poner fin a este reinado.
Swiatek también mencionó su relación con las otras jugadoras del circuito. «Hay jugadoras a las que me enfrento a menudo, como Aryna Sabalenka, Coco Gauff o Elena Rybakina. Así que claro que hay rivalidades en el circuito, aunque no hayamos llegado al punto de Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal», estimó.
Además, Swiatek habló sobre la satisfacción de ganar siendo la favorita. «Para las otras jugadoras a veces es más fácil llegar como outsiders a un torneo. Así que a mí me resulta más satisfactorio ahora ganar [siendo la clara favorita] porque eso significa que hemos podido hacer todo como había que hacerlo».
Su próximo gran reto es Wimbledon, un torneo en el que tradicionalmente no ha brillado. En 2023 llegó a cuartos de final y este año pretende superarse.
«Tengo la sensación de que me voy adaptando cada vez mejor al césped, cada año que pasa. La transición [de la tierra batida al césped] es evidentemente difícil y si perdiera antes en Roland Garros entonces tendría más tiempo para adaptarme a esa otra superficie y jugaría mejor. Pero me encanta jugar en tierra batida, así que ni me planteo sacrificar Roland Garros, eso nunca», afirmó.
Swiatek también hizo hincapié en la importancia de mantener su forma física. «Jugar partidos en césped [antes de Wimbledon, que comienza el 1 de julio] está bien, pero por otra vez he jugado casi todos los partidos en Stuttgart, Madrid, Roma y Roland Garros, así que también tengo que tener cuidado con mi forma física».