Con la reciente conclusión de las elecciones al Parlamento Europeo, los resultados provisionales señalan a la alianza entre los socialdemócratas y verdes (GroenLinks-PvdA) en Países Bajos como líderes con ocho escaños, adelantando al Partido por la Libertad (PVV) del líder de ultraderecha Geert Wilders, con seis. El recuento oficial de la agencia de noticias neerlandesa ANP señala una participación electoral de 46,8%.
Analizando estos resultados en un contexto nacional, se puede considerar una victoria ajustada para los rojiverdes. Sin embargo, en el escenario europeo, la socialdemocracia y los ecologistas no forman un bloque unificado y pertenecen a grupos distintos, los Socialistas y Demócratas para los primeros y Verdes/Alianza Libre Europea para los segundos.
Wilders, cuyo partido será el mayoritario en el próximo Gobierno neerlandés de derecha, ha logrado un notable éxito al ganar cinco escaños más que en 2019, cuando solo obtuvo un eurodiputado, que en 2022 se unió a otro partido.
La mayoría de los votos de la alianza GroenLinks-PvdA provienen de las grandes ciudades, mientras que el PVV ha predominado en los pequeños municipios. Hasta su victoria en las elecciones del pasado 22 de noviembre de 2022, Geert Wilders fue sometido a un cordón sanitario por el resto del arco político neerlandés.
Dilan Yesilgöz, la nueva líder de los liberales del VVD —la agrupación del primer ministro saliente, Mark Rutte— no descartó colaborar con su colega ultraderechista, lo que ha llevado a Wilders a ganar los comicios en Países Bajos. Ahora llega al Parlamento Europeo con una extrema derecha fortalecida y un aumento del euroescepticismo en países como Alemania, Francia y Austria.
Al conocer los primeros resultados, Frans Timmermans, líder de GroenLinks-PvdA, celebró los escaños obtenidos. En su mensaje a través de las redes sociales, destacó que su partido es el más grande de estas elecciones por un claro margen y que el apoyo a los partidos proeuropeos demuestra que, en Países Bajos, una mayoría quiere reforzar Europa, no desmantelarla.
Wilders, por su parte, agradeció el apoyo a sus votantes y celebró el aumento de cinco escaños para su partido. Aunque es conocido por su euroescepticismo, en estas elecciones ha cambiado el tono. Sostiene que se propone “cambiar la Unión Europea desde dentro” y, aunque no era candidato en estas europeas, ha presentado a Timmermans como su principal rival, atrayendo así a los partidarios del PVV.
El PVV de Wilders parece estar en la órbita de Identidad y Democracia, donde aparece también el partido de la política francesa de extrema derecha Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional, y la Liga Norte italiana. Sin embargo, los otros tres partidos de la coalición gubernamental de Países Bajos no figuran con ellos.
Los liberales de derecha (VVD), con cuatro escaños, se inclinan por Renew Europe, mientras que el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) y Nuevo Contrato Social, con dos y un eurodiputados respectivamente, han mostrado interés en sumarse al Partido Popular Europeo. Estarían allí con la democracia cristiana, que ha conseguido tres escaños europeos, y que está fuera del nuevo Ejecutivo neerlandés.
Estos resultados reflejan un panorama político europeo cada vez más diverso y complejo, donde las alianzas y las divisiones no siempre siguen líneas ideológicas claras. La influencia creciente de los partidos de ultraderecha y euroescépticos, como el PVV de Wilders, plantea un desafío para el proyecto europeo y ofrece una nueva prueba de la creciente polarización política en el continente. Al mismo tiempo, el fortalecimiento de los partidos proeuropeos en países como los Países Bajos indica un compromiso continuo con la Unión Europea y sus objetivos.
