Elecciones Europeas 2024: Chipre votará bajo la salvaguardia de los cascos azules de la ONU | Noticias

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Pyla, un pueblo chipriota donde turcos y griegos conviven, es una de las pocas áreas donde existe una convivencia pacífica en medio de la tensión que divide a la isla de Chipre. Este es un reflejo de la anomalía mayor que enfrenta este país: un tercio de su territorio está ocupado por otro país, Turquía, que también es candidato a miembro de la Unión Europea, de la cual Chipre ya es parte.

La presencia de la ONU y sus cascos azules son una constante en Pyla, un recordatorio de la tensión que se vive en el país. La Línea Verde, una zona de seguridad patrullada por la ONU, divide la isla en dos, con muros, alambradas, torretas y soldados armados. Hasta hace poco, esta zona también estaba llena de minas antipersona, pero según informes del Gobierno chipriota, todas han sido ya eliminadas.

Chipre se unió a la Unión Europea hace 20 años, una decisión que está marcada por la tensión y la división que sufre el país. La presencia de soldados turcos desde 1974, tras un golpe de Estado que buscaba la anexión de Chipre a Grecia, ha hecho que la partición del país se consuma con el tiempo.

En 2004, se intentó un plan de reunificación patrocinado por la ONU, pero fue rechazado por los grecochipriotas en un referéndum. A pesar de esto, Chipre entró a la UE, incorporando también su conflicto sin resolver. Desde entonces, ha habido varias rondas de negociación que no han logrado ningún resultado.

El panorama se complica aún más con la presencia de grandes reservas de gas submarino en las costas de Chipre, factor que ha hecho que Turquía esté menos dispuesta a retirar sus soldados y su control sobre el tercio norte de la isla. Esta situación ha afectado la visión de los chipriotas sobre la UE, con un euroescepticismo creciente en la población debido a la percepción de que la UE ha tolerado la ocupación de Chipre por parte de Turquía.

La economía de Chipre también ha sufrido en su paso por la UE. En 2013, el país tuvo que aplicar un corralito y fue sometido a la dura supervisión de la troika tras la crisis financiera griega. En 2022, las sanciones contra Rusia forzaron la quiebra de uno de los grandes bancos chipriotas y afectó a las industrias de la isla.

A pesar de todo, no hay grandes movimientos euroescépticos entre los principales partidos políticos de Chipre. Sin embargo, la tensión entre turcos y grecochipriotas sigue presente en la vida diaria de los ciudadanos. Los turcochipriotas, aunque son ciudadanos europeos, no pueden disfrutar de todos sus derechos y se sienten más seguros gracias a la presencia de Turquía.

Las próximas elecciones son un momento crucial para el país, ya que son las únicas en las que turcochipriotas y grecochipriotas votan juntos. Este es un momento para mejorar los lazos entre ambas comunidades y trabajar por la paz y la reconciliación en Chipre.

Sin embargo, como en toda Europa, la ultraderecha está avanzando en Chipre. El partido ultraderechista ELAM, al que las encuestas sitúan como tercera fuerza, ha aprovechado la crisis migratoria para ganar apoyo. La llegada de migrantes a las costas de Chipre ha cuadruplicado en los primeros cuatro meses del año, lo que ha permitido a ELAM y otros partidos de ultraderecha poner el tema en el centro del debate electoral.

Estos son tiempos difíciles para Chipre y su gente. La tensión, la división y la lucha por el poder han marcado la historia reciente del país. Sin embargo, en medio de todo esto, hay un pueblo, Pyla, donde turcos y griegos conviven en paz. Un recordatorio de que, a pesar de todo, la convivencia y la paz son posibles.

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