China está revolucionando el mundo del transporte con la creación de un taxi volador autónomo que ha causado gran expectación en la industria de los vehículos aéreos. La innovadora idea es obra de EHang Holdings, uno de los principales fabricantes de aviones compactos del mundo, que ha logrado convertir un sueño futurista en una realidad tangible.
La Administración de Aviación Civil de China ha dado luz verde a la comercialización de este vehículo, tras una serie de pruebas exitosas. EHang Holdings ha realizado más de 40,000 vuelos de prueba en 14 países, cumpliendo con todos los requisitos reglamentarios de seguridad. La comercialización de este vehículo de transporte de pasajeros está prevista para 2023.
El taxi volador, disponible ya en pre-venta por unos 300.000€, no se espera que entre en producción hasta 2025. Su diseño futurista y sus especificaciones técnicas son impresionantes. EHang ha creado dos modelos, el EH184, diseñado para un pasajero, y el EH216, que puede transportar a dos pasajeros.
Focalizándonos en el modelo EH216, nos encontramos con un vehículo que mide 1,93m de alto por 5,73m de ancho. Puede levantar un peso total de 620kg hasta 3.000m de altura y puede desplazarse a una velocidad máxima de 130km/h en un rango de 30km, lo que equivale aproximadamente a 25 minutos de viaje.
El interior de la cabina cuenta con dos asientos equipados con arneses, y una pantalla que muestra datos sobre la altitud, el estado del sistema, la navegación y la comunicación con el centro de control. Además, se ha implementado un sistema de cancelación de ruido, para garantizar un viaje cómodo y agradable para los pasajeros.
El EH216 es un eVTOL (Electric Vertical Take-Off and Landing), es decir, un vehículo eléctrico que despega y aterriza verticalmente. Este tipo de vehículo se carga en aproximadamente 120 minutos y está diseñado para funcionar con una aplicación similar a Uber o Cabify, para solicitar el vuelo.
En cuanto a la seguridad, EHang ha implementado múltiples sistemas de redundancia en el EH216. Esto significa que han añadido unidades extra de algunos elementos críticos para la seguridad, como por ejemplo, motores y hélices. Además, cuenta con paracaídas de emergencia que se despliegan automáticamente en caso de emergencia.
Aunque 30km de autonomía puede parecer poco, si consideramos que el vehículo puede ir en línea recta a nuestro destino dentro de la ciudad, estos kilómetros pueden ser suficientes para más de un viaje. Es probable que la autonomía sea uno de los aspectos que se mejore con el tiempo.
El desafío más grande para la implementación de estos taxis voladores es la infraestructura. Un vehículo de casi 6m de diámetro no puede aterrizar en cualquier lugar y los ciudadanos tendrían que tener precaución. La solución más sensata sería destinar zonas específicas para el despegue y aterrizaje de estos vehículos.
Por último, es importante mencionar que la Policía Nacional de China ya cuenta con uno de estos taxis voladores. Aunque aún quedan retos por superar, estos avances indican que China está liderando el camino hacia un futuro donde los taxis voladores podrían ser una parte integral de nuestro sistema de transporte. El futuro del transporte urbano está en el aire, literalmente.