El papel crucial de la resonancia magnética en la detección de tumores cerebrales.

Importancia de la resonancia magnética en la detección y caracterización de los tumores cerebrales

Los tumores cerebrales, que representan aproximadamente el 2% de todos los cánceres, son el tipo más común y la principal causa de muerte por cáncer en niños menores de 14 años. Según las estimaciones, en 2022 se diagnosticaron alrededor de 4.000 tumores cerebrales primarios en España. Estos tumores se originan directamente en el sistema nervioso central. A estos se añaden las metástasis cerebrales de tumores que se originan en otras partes del cuerpo.

En palabras del Dr. Jose Pablo Martínez Barbero, neurorradiólogo de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), a diferencia de otros tumores en el cuerpo, los factores de estilo de vida o genéticos son menos significativos en la creación de un riesgo de tumor cerebral primario.

La Resonancia Magnética (RM) es considerada por el Dr. Martínez como la técnica de elección en la detección y caracterización no invasiva de las neoplasias cerebrales, así como en su seguimiento. Es especialmente útil en la diferenciación entre las recurrencias después de los tratamientos y los cambios que pueden ocurrir después de la radioterapia o la cirugía. Estas resonancias magnéticas pueden ser tanto estructurales como con diferentes secuencias funcionales: RM perfusión, RM difusión o RM espectroscopía.

En el caso de los tumores cerebrales, existe una clasificación, la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (WHO), que permite estandarizar la nomenclatura, aclarando la definición tanto histológica como genética de cada tumor. Esto permite compartir información entre centros para la realización de estudios y ensayos clínicos, así como la disponibilidad de información precisa que permita tratamientos personalizados, e informar a los pacientes de su pronóstico de manera confiable.

Según el Dr. Martínez, los neurorradiólogos son los responsables de evaluar los estudios de neuroimagen, y por lo tanto, son quienes detectan la presencia de este tipo de neoplasias en la mayoría de los casos. También pueden realizar aproximaciones a la histología de los tumores, tratar de definir si son primarios o metástasis, y en muchas ocasiones, condicionar tratamientos sin necesidad de biopsia, como por ejemplo, mediante radiocirugía.

Son también los encargados de evaluar los complejos hallazgos de imagen post tratamiento. En el seno de los comités de neuro oncología, junto con el resto de los especialistas, los radiólogos son una pieza clave en la toma de decisiones para asegurar la mejor atención posible a los pacientes.

En resumen, los tumores cerebrales son una de las formas más comunes de cáncer en niños menores de 14 años y la principal causa de muerte por cáncer en este grupo de edad. Los neurorradiólogos, como el Dr. Martínez, desempeñan un papel crucial en la detección, caracterización y seguimiento de estos tumores, así como en la toma de decisiones sobre el tratamiento más adecuado para cada paciente. A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, la lucha contra los tumores cerebrales sigue siendo un desafío significativo para la medicina moderna.

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