El pasado sábado, en el inicio de la final de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), el Real Madrid demostró una vez más su capacidad para asumir desafíos, enfrentándose a un UCAM de Murcia que se mantuvo agresivo hasta el final. Los jugadores del Madrid, liderados por una destacada actuación de Dzanan Musa y Mario Hezonja, y apoyados por la consistencia de Facu Campazzo, lograron superar a un rival que tuvo en Terry Caupain y Howard Sant-Roos a sus figuras más notables. El marcador final fue de 84-76 a favor del Madrid.
Desde el inicio, UCAM de Murcia mostró su intención de repetir su heroica actuación de la semifinal contra Unicaja. A pesar de algunas fallas en defensa y en el rebote, lograron brevemente tomar la delantera. El Madrid, sin embargo, respaldado por Campazzo y Musa, logró establecer una ventaja de ocho puntos, que el equipo murciano, con un triple final de Sant-Roos, redujo a 18-13.
Este acierto de Sant-Roos abrió un parcial de 4-14 que permitió a UCAM de Murcia ponerse cinco puntos por delante (22-27), gracias sobre todo a Caupain y Sant-Roos. Sin embargo, el Real Madrid encontró la manera de reaccionar. Una mejora en la defensa, un triple crucial de Sergio Rodríguez, y la oportuna aparición de Guerschon Yabusele permitieron al Madrid llegar al descanso con una pequeña ventaja (37-33).
En el tercer cuarto, el Real Madrid, con un parcial aplastante de 27-13, liderado por Hezonja y Musa, puso las cosas muy difíciles para el equipo murciano. A pesar de los esfuerzos de Sito Alonso, entrenador de UCAM, y la lucha de Caupain, el marcador al final del tercer cuarto era de 64-48 a favor del Madrid.
El UCAM, sin embargo, no se rindió. Con tres triples consecutivos, dos de ellos de Jonah Radebaugh y uno de Ludvig Hakanson, logró poner en alerta al Real Madrid al comienzo del último cuarto. Sin embargo, los esfuerzos de Rodríguez, con un triple y una asistencia aprovechada por Poirier, y Campazzo, con otro tiro de tres puntos, parecieron sofocar la rebelión de los visitantes.
A pesar de los triples de Caupain y Sant-Roos para acercarse a 79-71 en los últimos minutos, los locales lograron mantener su ventaja. En un intercambio de golpes en los minutos finales, el Real Madrid logró imponerse con un marcador final de 84-76.
Este partido es una clara demostración de la fortaleza y capacidad de reacción del Real Madrid. A pesar de enfrentarse a un equipo aguerrido y decidido a dar la sorpresa, los madridistas supieron mantener la calma y la concentración, basándose en la solidez de sus jugadores y en una defensa sólida. Sin duda, este partido será recordado como una muestra de la calidad y el espíritu de lucha que caracteriza a la liga ACB.