El Primer Ministro británico y candidato conservador, Rishi Sunak, ha causado indignación y confusión al ausentarse de las celebraciones del 80º aniversario del desembarco de Normandía. Un acto histórico de gran importancia, donde se encontraban presentes mandatarios de la talla de Joe Biden, Emmanuel Macron y Olaf Scholz. La ausencia de Sunak ha generado una avalancha de críticas, tanto de la oposición británica como de las filas de su propio partido, así como de numerosos veteranos del Reino Unido.
Sunak, quien ha sido criticado por su enfoque utilitario y su propensión a la microgestión, parece haber cometido un error de cálculo enorme al dar prioridad a una entrevista televisiva sobre su presencia en las conmemoraciones en Normandía. El descontento se ha intensificado, a pesar de que el ex primer ministro y actual responsable de Exteriores, David Cameron, asistió en su lugar.
La ausencia de Sunak ha sido considerada como una falta de respeto hacia los veteranos, y ha llevado al primer ministro a pedir disculpas públicamente. A través de su cuenta en la red social X, Sunak se disculpó por no haber permanecido más tiempo en Francia, y dijo que su intención nunca fue ensombrecer las conmemoraciones con temas políticos.
Sin embargo, el daño parece haber sido hecho. Aunque Sunak participó en varios de los actos conmemorativos, su ausencia en la celebración principal ha sido vista como un descuido importante. Al apuntar a su asistencia a otros eventos en Portsmouth, Inglaterra, y en Francia, Sunak ha intentado justificar su error, una estrategia que parece no haber tenido el efecto deseado.
La situación ha sido aún más irónica teniendo en cuenta las recientes promesas de campaña de Sunak. El primer ministro había prometido recuperar el servicio militar obligatorio, conocido como Servicio Nacional, con el argumento de comprometer a las nuevas generaciones con la defensa del país. Esta promesa ha sido objeto de sarcasmo por parte de sus críticos, que señalan cómo Sunak pide a los jóvenes dedicar un año entero al servicio de la nación, mientras él mismo no puede hacerlo por un solo día.
El líder de la oposición, Keir Starmer, del Partido Laborista, ha aprovechado la situación para criticar a Sunak. Starmer, quien participó en las celebraciones en Normandía, ha enfatizado la importancia del carácter y la responsabilidad en un candidato a primer ministro.
La ausencia de Sunak también ha dado pie a la crítica por parte de Nigel Farage, el candidato del partido Reform UK e impulsor del Brexit. Farage, quien también asistió a Normandía, se ha sumado al coro de críticos contra Sunak, acusándolo de no valorar la historia y la cultura británica y de preocuparse únicamente por mantenerse en el poder.
La ausencia de Sunak en las celebraciones del desembarco de Normandía ha sido un golpe para su campaña electoral y ha generado desánimo dentro de su propio partido. Según Craig Oliver, exdirector de comunicaciones de Downing Street, el problema actual de Sunak es que se le acusa de no entender bien cuáles son las obligaciones de ser primer ministro.
A tan solo semanas de las elecciones, esta metedura de pata de Sunak puede tener consecuencias significativas en su carrera política. Aunque todavía es temprano para determinar el verdadero impacto de este error, lo cierto es que ha dejado una mancha en la imagen del primer ministro.
