El mundo del tenis vive una nueva sorpresa en la cancha de Roland Garros. La jugadora italiana Jasmine Paolini, clasificada en el puesto 15 del ranking mundial, ha logrado una victoria sorpresiva sobre la tenista kazaja Elena Rybakina (4ª), en un emocionante partido de cuartos de final que culminó con un resultado de 6-2, 4-6 y 6-4.
Paolini, de 28 años, enfrentará en semifinales a la bielorrusa Aryna Sabalenka (2ª) o a la rusa Mirra Andreeva (38ª). Esta es una hazaña notable para la italiana, ya que nunca antes había superado la segunda ronda en Roland Garros. De hecho, su mejor actuación en los torneos del Grand Slam había sido llegar a los octavos de final en el Abierto de Australia a principios de este mismo año.
«Es increíble. El partido ha sido muy difícil. Estuve muy tensa en el segundo set, pero me mantuve en el partido y lo he conseguido», expresó una exultante Paolini al término del partido. Esta victoria no solo demuestra su habilidad y tenacidad, sino también su capacidad para mantener la calma bajo presión.
Por otro lado, Rybakina pagó caros sus errores no forzados y su falta de contundencia con el servicio, que es habitualmente su punto fuerte. Paolini, de apenas 1,63 metros (21 cm menos de altura que su rival), jugó sin complejos y demostró una gran fortaleza en su servicio.
No solo logró romper de entrada el saque de su adversaria, sino que con su servicio se mostró intocable, llevándose incluso en blanco los tres primeros juegos con su saque. En la segunda manga, Paolini consiguió también pronto un ‘break’ (2-1), pero Rybakina se resistió y le respondió con un quiebre de servicio (2-2).
El partido se mantuvo equilibrado (3-3, 4-4), hasta que Rybakina volvió a ganar un juego al resto y voló a continuación a un 6-4 que le permitió forzar el tercer y definitivo set. “En ese momento tenía que mantenerme dentro del partido y olvidar el segundo set. Recordé entonces que ella es una gran campeona, que era algo que podía ocurrir”, recordó Paolini.
En el tercer set, ambas tuvieron problemas con su saque y los ‘breaks’ se sucedían, hasta un 4-4 en el que Paolini rompió el saque de su rival por séptima vez en el partido. Luego concluyó su victoria al servicio.
«Ha sido la primera vez que jugué en esta magnífica pista (la central Philippe Chatrier). Es una de las pistas más bonitas del mundo», se entusiasmó la italiana tras su gran triunfo. Este partido ha demostrado una vez más que en el tenis, todo puede suceder y que la determinación y el espíritu de lucha pueden llevar a cualquier jugador a lograr grandes hazañas, independientemente de su posición en el ranking mundial.