Georgia reta nuevamente a la UE al promover una ley anti-LGTBI inspirada en Rusia | Internacional

EL PAÍS

El gobierno de Georgia, un país que ha estado buscando su adhesión a la Unión Europea, ha propuesto un controvertido proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio homosexual, las operaciones de cambio de sexo y cualquier manifestación pública por parte de la comunidad LGBTI. Este movimiento, llevado a cabo por el partido gobernante, Sueño Georgiano, se produce poco después de que lograsen aprobar su polémica ley de agentes extranjeros. La medida representa un obstáculo adicional en el proceso de adhesión del país a la Unión Europea.

El presidente del parlamento de Georgia, Shalva Papuashvili, ha presentado un conjunto de ocho medidas denominadas «Sobre los valores familiares y la protección de los menores». Estas medidas, a diferencia de la «ley contra la propaganda LGBTI» rusa, buscan aprobar todas las normas represivas que el Kremlin ha aprobado entre 2013 y 2023 en pocos meses.

Las medidas propuestas por Sueño Georgiano incluyen la prohibición de la adopción de niños por parte de parejas «con una orientación sexual no tradicional» y la negación del cambio de sexo en los documentos oficiales. Además, el gobierno planea criminalizar todas las manifestaciones públicas que promuevan «relaciones no tradicionales», incluyendo anuncios y publicaciones en los medios que muestren relaciones entre dos personas del mismo sexo.

Según Papuashvili, el objetivo de estas medidas es «proteger los valores familiares y a las generaciones futuras de las consecuencias irreparables de la propaganda pseudoliberal». El partido Sueño Georgiano tiene lazos estrechos con Rusia y ha culpado a una supuesta «conspiración del partido mundial de la guerra» de la invasión de Ucrania, y no a su presidente Vladímir Putin o a Rusia.

En mayo, la Unión Europea advirtió que congelaría la incorporación de Georgia si no retiraba la controvertida ley de agentes extranjeros. Aunque Sueño Georgiano ha seguido adelante con la adhesión al bloque comunitario, ha impulsado esta medida represiva para defender su supremacía frente a una oposición fragmentada.

La ley de agentes extranjeros ha permitido a Rusia prohibir y multar a las ONG y activistas que no siguen su línea oficial. La versión georgiana se limita a las organizaciones y personas que reciben más del 20% de sus fondos del exterior, aunque el gobierno podrá obligarles a informar de todos sus contactos.

La Comisión de Venecia, un órgano consultivo del Consejo Europeo, considera que la ley de agentes extranjeros es un gran obstáculo para la adhesión del país a la UE. Según un informe publicado el 21 de mayo, las restricciones a los derechos, a la libertad de expresión, a la libertad de asociación y a la intimidad no cumplen con los requisitos de legalidad, legitimidad y necesidad en una sociedad democrática.

Además de esta ley, el gobierno georgiano ha propuesto otra ley que es considerada absolutamente discriminatoria. La ONU señala que el cambio de sexo es un derecho, y este proyecto de ley copia las medidas con las que el Kremlin ha silenciado a la minoría LGBTI. Esta política ha aumentado desde que Rusia inició su guerra contra Ucrania.

Se espera que la tramitación del proyecto de ley contra la comunidad LGBTI se prolongue hasta después de las elecciones parlamentarias georgianas de octubre. Estas elecciones serán cruciales para el futuro de Georgia. La presidenta del país, Salome Zourabichvili, ha llamado a toda la oposición a unirse contra Sueño Georgiano.

«Hoy, cuando el espectro de Rusia se cierne sobre nosotros, la asociación y el acercamiento con Europa son el verdadero camino para preservar y fortalecer nuestra independencia y paz», afirmó Zourabichvili al presentar a finales de mayo su plan para frenar a Sueño Georgiano y reformar el sistema político del país. Sin embargo, no será fácil, ya que la mayoría gobernante cuenta con 83 escaños frente a los 55 de la oposición, aunque esta se ha visto reforzada por una marea humana en las protestas contra la ofensiva legislativa del gobierno.

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