El pasado jueves, en medio de una reunión crucial del directorio de Codelco para resolver el acuerdo sobre el litio con SQM, la corporación estatal minera de cobre anunció la salida de Christian Caviedes, gerente general de la división Chuquicamata, una de las más relevantes de la empresa. Sorprendentemente, la corporación se refirió a esta salida como un «retiro», evitando usar términos como «renuncia» o «desvinculación».
La salida de Caviedes, que llevaba 20 años en la compañía y desde 2022 ocupaba el máximo cargo de la división, resulta poco común para este tipo de posiciones. Las desvinculaciones suelen hacerse con un período de tiempo previo para el traspaso y despedida del ejecutivo. Sin embargo, en este caso, la noticia se anunció el jueves por la tarde y se hizo efectiva el viernes, coincidiendo con la sesión del directorio de Codelco.
Fuentes oficiales de la empresa no confirmaron un eventual despido, pero algunos ejecutivos consultados aseguraron que se trató de una desvinculación. La confianza en Caviedes se había perdido debido a múltiples episodios que lo habían confrontado con la alta dirección de la corporación.
Christian Caviedes, ingeniero civil de minas de la Universidad de Chile, era considerado parte del grupo fuerte que se había formado en Codelco por ejecutivos provenientes de la división El Teniente. En 2017 fue trasladado a Chuquicamata, donde asumió la gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo, luego la gerencia de Operaciones y finalmente, desde octubre de 2022, la gerencia general.
En la división Chuquicamata, hay cinco sindicatos que representan a los trabajadores del rol B, es decir, aquellos que no son jefes ni superintendentes. Hernán Guerrero, presidente del Sindicato N°3 de Chuquicamata, había liderado una serie de críticas a la gestión de la compañía y en particular, a la gerencia de Chuqui. Apuntaba a problemas de producción, alta accidentabilidad y excesiva tercerización de los trabajos.
Guerrero también acusó que, debido a sus críticas, han sido objeto de presiones y prácticas antisindicales. A fines del año pasado, se detectaron prácticas que sólo corresponden a la policía. La corporación en Chuquicamata tiene contratada a la empresa de seguridad ISS para resguardar la integridad de las instalaciones industriales. Según Guerrero, a través de esta empresa, se contrataron personas para hacer seguimientos ilegales a los dirigentes sindicales.
A principios de octubre de 2023, los sindicalistas notaron que estaban siendo seguidos. El 10 de octubre pudieron confirmar que estaban siendo vigilados. Los dirigentes sindicales hicieron las denuncias correspondientes a la propia división y a la Inspección del Trabajo en octubre pasado.
La administración central de Codelco ordenó una auditoría forense externa a cargo de la consultora KPMG, que confirmó todos los hechos relatados. Paralelamente, la Inspección del Trabajo de Calama también ratificó la situación.
En respuesta a las pruebas presentadas, la alta dirección de Codelco decidió desvincular en marzo al director de Seguridad Industrial, Carlos Águila, exteniente coronel de Carabineros. Ahora, con la salida de Caviedes, el actual gerente de Operaciones, René Galleguillos, ha sido nombrado como gerente interino.
Tras el despido de Águila, el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, declaró que la corporación no tolera conductas que atenten contra la seguridad física y psicológica o que menoscaben la integridad o dignidad de una persona. Esta vez, la empresa no hizo comentarios sobre la salida de Caviedes.
En 2022, Chuquicamata produjo 268.348 toneladas métricas de cobre y en 2023, 248.495 toneladas. Al cierre de 2023, tenía 3.865 trabajadores. Es una mina histórica que está en pleno proceso de conversión en su explotación de rajo abierto a subterránea. Su papel en la economía chilena es crucial y cualquier cambio en su dirección tiene un impacto significativo en el sector minero del país.