Nora Cortiñas, una figura emblemática de la izquierda y defensora de los derechos humanos, ha sido recordada por su tenacidad en buscar la verdad sobre la desaparición de su hijo, Carlos Gustavo Cortiñas. Ella fue una luchadora incansable contra todas las violaciones a los derechos humanos, ya que para ella, ninguna lucha era ajena. Esto la llevó a ser conocida como la «madre de todas las batallas», una frase que se ha repetido en numerosos medios de comunicación y publicaciones.
Cortiñas siempre estuvo presente en las luchas por los derechos humanos, incluso cuando otros se mostraban reacios a comprometerse. Por ejemplo, fue una de las primeras personas en presentar un proyecto de ley para legalizar el aborto, una cuestión que aún hoy sigue siendo controvertida. También estuvo presente en momentos difíciles, como la desaparición de Julio López, Luciano Arruga, y la lucha por la aparición de Santiago Maldonado. Su compromiso con la justicia también se vio reflejado en su lucha contra la impunidad en el caso de Rafael Nahuel.
La lucha de Cortiñas no se limitó a los derechos humanos, sino que también abrazó la lucha de las comunidades originarias y los derechos socioambientales. Recorrió innumerables veces las provincias de nuestro país, sin importar quién las gobernara, para estar con los pueblos que luchan contra la contaminación y los crímenes ambientales. Además, fue una incansable defensora de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
Cortiñas demostró su valentía en numerosas ocasiones, como cuando apoyó a los trabajadores despedidos y discriminados. Un ejemplo notorio de esto fue cuando apoyó a las trabajadoras de Pepsico que se encontraban en protesta contra los despidos que habían sufrido bajo el gobierno de Mauricio Macri. A pesar del desalojo brutal llevado a cabo por la exgobernadora Vidal, Cortiñas no dejó de luchar por los derechos de los trabajadores.
Su compromiso con la justicia y los derechos humanos también se vio reflejado en su rechazo a la represión. Durante el gobierno de Javier Milei, Cortiñas estuvo presente para denunciar la represión y se mantuvo firme en su lucha por los derechos de los trabajos. Su valentía y compromiso la llevaron a enfrentarse a la represión de Patricia Bullrich y a luchar por el derecho de los trabajadores despedidos a volver a su lugar de trabajo.
Cortiñas fue una luchadora internacionalista y antiimperialista, que denunció el plan Cóndor y el rol de Estados Unidos en la dictadura de la región. Abrazó la causa Palestina y ninguna violación a los derechos humanos le era ajena. Siguiendo su ejemplo, debemos continuar luchando por la apertura de todos los archivos de la represión, para averiguar qué pasó con cada uno de los detenidos desaparecidos.
En recuerdo a Nora Cortiñas, debemos continuar levantando el puño, tal como a ella le gustaba hacerlo, en cada lucha. Su valentía y compromiso con la justicia y los derechos humanos nos inspiran a seguir luchando hasta que, como ella decía, «venceremos». Nora, cuando el fuego crezca, sabemos que estarás allí.