En un mundo automotriz cada vez más enfocado en la eficiencia energética y la reducción de emisiones, la reciente colaboración entre Toyota, Subaru y Mazda tiene como objetivo mantener vivos los motores térmicos a través de innovadoras soluciones de ingeniería. Entre las estrategias adoptadas, el plan de Mazda destaca por su enfoque en la combinación de motores rotativos y eléctricos. Esta combinación busca eliminar las deficiencias de ambas tecnologías, al mismo tiempo que logra una drástica reducción de emisiones contaminantes.
El motor rotativo ha desempeñado un papel crucial en la historia de Mazda. Con la presentación del prototipo Mazda Iconic SP, la marca japonesa ha demostrado su compromiso de utilizar su experiencia en motores rotativos para revitalizar los motores de gasolina. Su alternativa para mantener con vida los motores gasolina es una propuesta única en el mercado.
La extensa experiencia de Mazda en motores rotativos, también conocidos como motores Wankel, ha permitido a la compañía evolucionar y perfeccionar este tipo de motores de combustión interna. El Mazda MX-30, ya en el mercado, utiliza un motor rotativo como generador de electricidad, demostrando un nuevo e interesante uso para esta tecnología.
Mazda planea expandir el uso de esta tecnología en sus futuros modelos. El sistema del MX-30 ha sido evolucionado para dar vida al tren de propulsión del Iconic SP, que cuenta con 370 CV de potencia máxima. Este rendimiento es proporcionado por un motor eléctrico que mueve las ruedas traseras y se alimenta de la energía eléctrica generada por un motor Wankel de doble rotor.
El fabricante japonés ha depositado tanta confianza en esta solución que ha decidido establecer un grupo de trabajo dedicado exclusivamente al desarrollo de motores rotativos. Este equipo está compuesto por 36 ingenieros cuyo objetivo es el desarrollo de una nueva generación de motores rotativos que maximicen la eficiencia y el rendimiento.
El uso de motores Wankel como generadores permite a Mazda reducir considerablemente los problemas de peso y volumen asociados con las baterías. Este enfoque también permite a Mazda reducir el peso total del sistema de propulsión en un 40%, combinando una menor cantidad de baterías con un extensor de autonomía.
Además, el diseño de este generador es escalable, permitiendo la implementación de configuraciones de más de dos rotores para aplicaciones de alta potencia. La compatibilidad del motor rotativo con combustibles neutrales en emisiones de carbono es un objetivo clave para la próxima generación de motores rotativos de Mazda.
Esto significa que estos motores serán compatibles con gasolina sintética, biocombustibles (incluyendo gasóleo HVO), gas de origen sintético (metano) e hidrógeno verde, que se obtiene a partir de fuentes de energía renovables y la captación de CO2.
Mazda reafirmó su compromiso con una estrategia de descarbonización global que incluirá varias tecnologías de propulsión. Esta estrategia es una prueba de la voluntad de Mazda de seguir innovando y adaptándose a un mundo automovilístico en constante cambio, combinando la eficiencia energética con el amor por los motores de combustión interna.