La oposición de India no se rinde en las elecciones | Internacional

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A medida que las encuestas a pie de urna indican un triunfo, el gobierno del Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular Indio) del actual primer ministro, Narendra Modi, se prepara para celebrar su victoria en las elecciones generales de India. Aunque los resultados oficiales no se conocerán hasta que se inicie el recuento el martes, los medios nacionales ya dan por sentado el triunfo de Modi, quien se prepara para su tercer mandato.

El primer ministro se reunió el domingo con miembros de su gabinete para planificar los primeros 100 días de su nuevo mandato, tras un retiro espiritual de 45 horas. A pesar de las predicciones, la oposición liderada por el Partido del Congreso (PdC) se aferra a las cifras internas y a las dinámicas electorales para pronosticar un giro inesperado.

Sachin Pilot, uno de los líderes emergentes del PdC, cuestiona la fiabilidad de las encuestas y asegura que están exageradas. Según él, en las elecciones de 2019, el partido de Modi obtuvo una mayoría con el apoyo de poco más del 37% de los electores, mientras que el resto votó por numerosos partidos opositores. Esta vez, más de 20 formaciones se han unido bajo el paraguas de una alianza llamada India.

La Alianza Democrática Nacional, la coalición conservadora liderada por el partido nacionalista hindú de Modi, podría lograr entre 374 y 401 asientos de los 543 de la Lok Sabha, según el sondeo de India TV-CNX. La oposición quedaría con entre 109 y 139 escaños, pero espera que el conteo real esté por encima de los 295.

Modi, por su parte, ha criticado a la oposición en las redes sociales, calificándola de «castista, comunista y corrupta». Según él, su objetivo es proteger a un puñado de dinastías. La antigua líder del PdC, Sonia Gandhi, ha respondido con un cauteloso «hay que esperar y ver».

La economía ha sido un tema central en la campaña. Modi ha destacado el robusto crecimiento del producto interior bruto, la inversión en infraestructuras y los programas de ayuda a los desfavorecidos. La oposición, por su parte, ha presentado estadísticas que contradicen el supuesto milagro económico indio. Según ellos, el PIB per cápita de la India es inferior al de países como Bangladés y Costa de Marfil.

Además de los retos económicos, la oposición también ha criticado la integridad del proceso electoral y la independencia de los órganos constitucionales. Según Pilot, el estado de derecho en la India se encuentra «entre interrogantes» tras los dos mandatos del BJP. Ha citado ejemplos de Rusia, Pakistán e Irán para argumentar que «el derecho al voto no es lo que define a la democracia».

En este clima de incertidumbre y expectación, India espera los resultados oficiales de las elecciones generales. Sea cual sea el resultado, estos comicios marcarán un hito importante en la historia política del país.

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