El martes 4 de junio de 2024, seguidores, familiares y amigos del fallecido líder opositor ruso Alexei Navalny se reunieron en el cementerio de Borsovo en Moscú para rendir homenaje al político en lo que habría sido su 48 cumpleaños. Los participantes dejaron mensajes conmovedores en su tumba, expresando su dolor y determinación a través de frases como «Siempre estarás vivo» y «No nos rendiremos«, según las imágenes difundidas por el equipo de Navalny.
El líder opositor, un crítico mordaz del gobierno del Kremlin, falleció el 16 de febrero de 2024 en una prisión del Ártico. En una muestra de respeto y duelo, sus seguidores cubrieron su tumba con flores y asistieron a un servicio religioso conducido por Dimitri Safronov. Safronov, un sacerdote que fue sancionado por la Iglesia ortodoxa rusa por oficiar el funeral de Navalny, llegó al cementerio vestido con camiseta y pantalones, ya que la sanción le impide ejercer su ministerio durante tres años.
Entre los asistentes al homenaje estaban la madre de Navalny, Liudmila, y su suegra. En las redes sociales, los colaboradores de Navalny en el exilio escribieron mensajes como «Te echamos de menos«, «Siempre tendrás 47 años» y «Feliz cumpleaños, jefe«. Se planificaron actos de homenaje adicionales a Navalny en otras ciudades rusas y algunas urbes extranjeras, como Berlín.
La familia de Navalny, que fue condenado a varios años de prisión, culpa al Kremlin de su muerte. Según los servicios penitenciarios rusos, Navalny se sintió mal después de dar un paseo en la prisión donde estaba recluido. En diciembre de 2023, fue trasladado desde una prisión en la región de Vladimir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hasta una prisión en Jarp, en el círculo polar ártico, cerca de la cordillera de los Urales.
Es importante recordar que Navalny sobrevivió a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok en 2020. Este incidente provocó tensiones internacionales, ya que Navalny y sus seguidores acusaron al gobierno ruso de estar detrás del intento de asesinato, una acusación que Moscú ha negado repetidamente.
La muerte de Navalny ha provocado una ola de protestas en toda Rusia y ha intensificado las críticas internacionales contra el gobierno del presidente Vladimir Putin. Los defensores de los derechos humanos y los críticos del Kremlin sostienen que el juicio y encarcelamiento de Navalny forman parte de un patrón más amplio de represión política en Rusia.
Navalny, que comenzó su carrera como abogado y bloguero, se convirtió en un líder de la oposición y activista anticorrupción. A través de su trabajo, Navalny se ganó un gran número de seguidores, que continuaron su lucha contra la corrupción y la injusticia incluso después de su muerte. El homenaje a Navalny en su cumpleaños muestra que su legado y su lucha por una Rusia más justa y transparente persisten, a pesar de su trágico fallecimiento.