El panorama automovilístico europeo se encuentra en un estado de incertidumbre mientras la Unión Europea suspende su decisión sobre la imposición de aranceles más elevados a los vehículos importados de China, tanto eléctricos como híbridos enchufables. Esta decisión no se tomará hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo programadas para el próximo 9 de junio.
En este contexto, China ha dirigido su mirada a España, con la esperanza de que utilice su influencia para establecer acuerdos de comercio más favorables. Esta solicitud se produce en un momento en que marcas chinas como Chery y BYD están desembarcando en España y planean expandir su presencia en el Viejo Continente.
Esta situación de incertidumbre ha surgido a raíz de la decisión de Estados Unidos de aumentar los aranceles a los productos importados de China a partir de agosto. En el caso de los coches eléctricos chinos, estos aranceles incluso se cuadriplicarán. Si se aplican aranceles similares en Europa, los fabricantes chinos tendrán que aumentar sus precios para obtener el margen de beneficio que no pueden permitirse en su propio mercado, donde la competencia entre fabricantes de coches eléctricos es feroz.
A pesar de estos potenciales aranceles, se espera que las marcas chinas sigan siendo competitivas una vez que empiecen a llegar a Europa coches eléctricos de pequeño tamaño. Un ejemplo de ello es el BYD Seagull, que se venderá por menos de 20.000 euros, mientras que en China su versión básica está disponible por menos de 9.000 euros.
El BYD Seagull es especialmente relevante en este contexto, ya que competirá directamente con el Citroën ë-C3 y el Renault Twingo, que se espera que lleguen al mercado en 2026, así como con un modelo eléctrico de Volkswagen programado para 2027, que se fabricará en la planta de la empresa en Navarra.
Mientras tanto, este lunes 3 de junio, se produjeron importantes reuniones entre China y España. El ministro de Comercio de China, Wang Wentao, se reunió con el ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, y el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.
China se muestra dispuesta a trabajar con España en comercio, inversiones en ambas direcciones y, en definitiva, establecer acuerdos de cooperación. El gigante asiático quiere a España como aliado dentro de la Unión Europea para continuar con sus planes de expansión de vehículos de nueva energía, tanto BEV como PHEV.
Además del caso de Chery en España, existen otros casos similares en Europa. Destacan los planes de BYD de instalarse en Hungría para comenzar a fabricar en suelo europeo, así como el interés de algunos países en albergar una segunda planta de este grupo.
No obstante, todas estas cuestiones quedarán en suspenso hasta que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo el 9 de junio. Mientras tanto, las fluctuaciones en las políticas comerciales y de aranceles mantienen en vilo a los principales actores de la industria automotriz, tanto en China como en Europa.