Biden insinúa que Netanyahu podría prolongar el conflicto en Gaza por intereses políticos | Internacional

EL PAÍS

En una entrevista recientemente publicada por la revista Time, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, insinuó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría estar prolongando la guerra en Gaza por motivos políticos. Aunque Biden evitó pronunciar explícitamente esa afirmación, dejó entrever que existían razones para creerlo.

Esta declaración llega en un momento en que la administración de Biden, criticada por la posición de apoyo a Israel por los votantes jóvenes y el ala progresista de su partido, intensifica su presión para que Hamás y el gobierno de Netanyahu aprueben una propuesta de alto al fuego.

La relación entre Biden y Netanyahu, que nunca ha sido especialmente fluida, alcanzó su momento álgido tras los atentados del 7 de octubre, cuando Biden viajó a Tel Aviv para expresar su solidaridad a Netanyahu. Desde entonces, la relación se ha ido tensando a medida que Netanyahu ha ignorado los llamados para moderar su posición en Gaza.

Además de insinuar una motivación política en la actitud de Netanyahu, Biden criticó que Israel entrara en Gaza en respuesta a los atentados de Hamás en territorio israelí, de manera similar a cómo Estados Unidos invadió Afganistán después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Según Biden, ese tipo de respuesta conduce a guerras interminables e instó a Israel a no repetir los errores cometidos por Estados Unidos.

El presidente estadounidense sostuvo que aún no está claro si las fuerzas israelíes en Gaza han cometido crímenes de guerra. La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional en La Haya ha solicitado órdenes de detención contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como contra tres líderes de Hamás.

El plan de tregua anunciado por Biden ha dividido a las fuerzas que sostienen al gobierno de Netanyahu. Los partidos ultraortodoxos judíos, Shas y Judaísmo Unido de la Torá, han mostrado su apoyo al primer ministro. Sin embargo, los nacionalistas religiosos, integrados principalmente en Sionismo Religioso y Poder Judío, han amenazado con hacer caer al gobierno si se aprueba la propuesta de alto al fuego.

Qatar anunció que el plan ha sido entregado a Hamás. Majed al Ansari, portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, dijo que están esperando una posición clara de Israel. Hamás insiste en la necesidad de un compromiso israelí claro para un alto al fuego permanente y una retirada completa de Gaza.

En medio de las posibles negociaciones de tregua, Israel ha divulgado su sospecha de que 43 de los rehenes que permanecen en el enclave palestino están muertos. Cerca de 250 personas fueron secuestradas por Hamás y trasladadas a Gaza durante el ataque del 7 de octubre que desencadenó el conflicto en la Franja.

La propuesta de tregua presentada por Biden es un nuevo intento de la Casa Blanca por poner fin a una guerra que ya supone una carga política para Biden a cinco meses de las elecciones presidenciales. Washington asegura que Israel dará el visto bueno a la propuesta si Hamás la acepta.

El potencial acuerdo incluiría un alto al fuego provisional y un intercambio de cientos de prisioneros palestinos por parte de los rehenes israelíes en Gaza. Además, aumentaría la ayuda humanitaria a 600 camiones diarios y permitiría el retorno de los refugiados palestinos a lo que queda de sus hogares. Las tropas israelíes se retirarían de los núcleos poblados. En la segunda fase, se establecería un alto al fuego permanente y se completaría el intercambio de prisioneros. Las fuerzas israelíes se retirarían por completo de la franja. La tercera fase sería la de la reconstrucción.

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