El lunes pasado, el Presidente de Chile, Gabriel Boric, asistió a la reunión semanal del comité político ampliado en el Salón Democracia en La Moneda. La reunión contó con la presencia de ministros y presidentes de partidos oficialistas y se centró en analizar la tercera Cuenta Pública del Presidente, que se celebró el pasado sábado.
Durante su Cuenta Pública, Boric hizo un importante anuncio que ha agitado el ambiente político en el país. Anunció la presentación de un proyecto de ley para legalizar el aborto, un tema altamente sensible y polarizador en la sociedad chilena. Aunque el anuncio ha generado reacciones diversas, lo que ha llamado la atención es que la mayoría de los miembros del comité político de Palacio no tenían conocimiento previo de la decisión del Presidente.
La ministra de la Mujer, Antonia Orellana y la titular de Segegob, Camila Vallejo, eran las únicas que estaban al tanto del anuncio de Boric. La ministra del Interior, Carolina Tohá, afirmó que se enteró del proyecto de ley en reuniones previas a la Cuenta Pública con el mandatario.
Sin embargo, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, encargado de mantener la unidad dentro del Gobierno para aprobar la agenda del Gobierno en el Congreso, no estaba al tanto del proyecto de ley sobre el aborto. Este hecho fue minimizado por Vallejo, quien afirmó que el Presidente de la República no está para rendirle cuentas a sus ministros, sino al contrario, los ministros le rinden cuentas al Presidente.
El anuncio de Boric ha generado necesidad de ajustes y estrategias de los dirigentes oficialistas para lograr la aprobación del proyecto de ley. La presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic y el timonel de Convergencia Social, Diego Ibáñez, han expresado su intención de reunirse con el líder de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, para discutir el tema. El anuncio del mandatario ha causado malestar dentro de la Democracia Cristiana debido a la falta de información previa.
Vodanovic expresó su empatía con la Democracia Cristiana, afirmando que no desea que perciban el anuncio del Presidente como un ataque o una afrenta. Por su parte, Ibáñez destacó la importancia de debatir el tema con respeto y sin cálculos electorales, haciendo eco de las palabras de Boric, quien ha instado a la unidad y el respeto a pesar de las diferencias de opinión.
Sin embargo, no todos los miembros del Gobierno están de acuerdo con la forma en que se gestionó el anuncio. El diputado del PPD, Raúl Soto, criticó duramente la decisión, argumentando que se ha dinamitado de manera torpe un esfuerzo de construcción de mayoría parlamentaria política y social que se había logrado hasta ahora. En sus palabras, el Presidente se está disparando a los pies a sí mismo y al proyecto político que lidera.
Este episodio refleja las tensiones y desafíos que enfrenta el Gobierno de Boric en su intento de avanzar en una agenda progresista, y pone de manifiesto la necesidad de una mejor coordinación y comunicación dentro del oficialismo. A medida que el debate sobre la legalización del aborto se intensifica, es probable que estas dinámicas continúen influyendo en la política chilena en los próximos meses.