El viaje espacial siempre ha sido un asunto de paciencia y perseverancia. La CST-100 Starliner, que es una nave espacial de transporte de tripulación, ha sido un claro ejemplo de este hecho. Recientemente, esta nave ha estado enfrentando una serie de retrasos y lanzamientos frustrados, lo que ha hecho que su viaje al espacio se convierta en una montaña rusa de esperanzas y desilusiones.
El primer vuelo de la Starliner, que estaba programado inicialmente para mediados de 2019, no se llevó a cabo hasta noviembre de ese mismo año debido a varios retrasos. Sin embargo, estos retrasos no desviaron a la Starliner de su objetivo de llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El segundo vuelo, que tenía como objetivo llevar a la Starliner a la Estación Espacial Internacional, se vio afectado por un problema con el software de la nave. Este problema provocó un consumo excesivo de combustible en la fase de establecimiento de la órbita, lo que impidió que se alcanzara el objetivo previsto. A pesar de este contratiempo, la nave pudo recuperarse ya que la CST-100 es una nave reutilizable.
Después de casi dos años y varias suspensiones, la Starliner repitió la prueba en mayo de 2022. Esta vez, la nave fue capaz de volar hasta la ISS, acoplarse a ella y posteriormente regresar sana y salva a la Tierra.
El siguiente paso para la Starliner era repetir la hazaña, pero esta vez con tripulación por primera vez en su historia. Este proyecto fue firmado conjuntamente por Boeing y Bigelow Aerospace para la NASA, y su objetivo es ofrecer a la agencia espacial estadounidense una alternativa a las Crew Dragon de Space-X.
En marzo de 2024, hubo señales claras de que este tercer vuelo, el primero tripulado, estaba muy cerca. Sin embargo, varias fechas de lanzamiento anunciadas fueron canceladas. El vuelo de la Starliner previsto para el 1 de junio fue suspendido a última hora, dejando a la tripulación en tierra. Según la NASA, los sistemas que gestionan la secuencia de lanzamiento en tierra bloquearon el lanzamiento.
La NASA está investigando lo ocurrido y la próxima ventana de lanzamiento será el 5 y 6 de junio. Sin embargo, la NASA ha renunciado a la ventana de lanzamiento del 2 de junio, esperando los resultados de la investigación aún abierta.
Es importante recordar que este será el primer vuelo tripulado de la Starliner. Por lo tanto, un fallo puede tener un coste humano. Por esta razón, es esencial que las partes involucradas en el lanzamiento actúen de manera profundamente conservadora.
El retraso es una mala noticia, pero en el viaje espacial, la seguridad es la prioridad. Por lo tanto, aunque la Starliner ha enfrentado retrasos y lanzamientos frustrados, su objetivo de volar al espacio sigue siendo una posibilidad. Con la paciencia y la perseverancia que se requiere en el viaje espacial, la Starliner está preparada para enfrentar los desafíos que se presenten en su camino hacia el espacio.