José Carlos Meza, diputado del Partido Republicano en Chile, anunció en una rueda de prensa que su bancada ha decidido oponerse a que los funcionarios de gobierno «de segundo orden» puedan participar en debates en el Congreso. Esta decisión surge como respuesta a lo que consideran una desconexión del gobierno con la realidad del país y un intento de ideologización sin base política.
La decisión del Partido Republicano se produce en un contexto de creciente tensión política en Chile, tras el discurso de cuenta pública del Presidente Gabriel Boric. En su alocución, Boric anunció la reactivación de la agenda valórica, que incluye un proyecto sobre el aborto y el impulso de la ley de eutanasia. Ante esto, Meza y otros diputados republicanos han expresado su preocupación por lo que consideran una «agenda asesina contra la vida de niños».
Para el diputado Luis Sánchez, también del Partido Republicano, la prioridad debería ser abordar la crisis económica y social que vive el país. En un mensaje a través de sus redes sociales, Sánchez anunció la decisión de la bancada de cortar relaciones con el gobierno y oponerse a la presencia de subsecretarios en comisiones legislativas hasta que esta situación cambie.
A pesar de esta posición, el subsecretario de Defensa, Ricardo Montero, pudo comparecer en la comisión investigadora de la Cámara. Montero estaba presente para discutir posibles deficiencias del Sistema de Inteligencia en relación con las operaciones de bandas de crimen organizado. Aunque no estaba formalmente invitado a hablar, pudo hacerlo sin que se objetara su presencia.
La sesión, presidida por el diputado RN, Miguel Becker, no pudo continuar debido a la falta de quorum necesario para declarar la sesión secreta a petición del propio Montero. Sin embargo, la falta de quorum no se debió a la resistencia de los republicanos, sino a la inasistencia de cinco legisladores, la mayoría de ellos pertenecientes a la propia coalición gubernamental.
Esta situación no implica que la decisión del Partido Republicano de oponerse a la presencia de «funcionarios de segundo orden» en el Congreso no se vaya a ejecutar. De hecho, se espera que en una próxima sesión de la Comisión de Seguridad de la Cámara, a la que está invitado el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, pueda haber manifestaciones de repudio a su presencia.
Esta estrategia del Partido Republicano no es compartida por las bancadas de la UDI, Evópoli y RN. Las diferencias entre los partidos de la coalición gubernamental respecto a cómo interactuar con el Ejecutivo reflejan las tensiones existentes en la política chilena actual. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de estas diferencias, el trabajo legislativo continúa, aunque con dificultades y desafíos.
La tensión y el desacuerdo entre los partidos políticos son una realidad en muchas democracias alrededor del mundo. En este caso, las diferencias entre el Partido Republicano y otros partidos de la coalición gubernamental en Chile han llevado a la toma de decisiones que afectan la forma en cómo se lleva a cabo el trabajo legislativo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las tensiones políticas son una parte inherente del proceso democrático y son necesarias para la toma de decisiones y el avance de las políticas.