El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha respondido al desafío planteado por el conservador Rishi Sunak, comprometiéndose a aumentar los gastos de defensa al 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) «tan pronto como sea posible». Este compromiso está destinado a hacer del Reino Unido «un país preparado para luchar», en el caso de que Starmer llegue a Downing Street si logra la victoria en las elecciones del 4 de julio.
Durante un discurso dedicado a elevar el perfil de su política de defensa, Starmer declaró: «La posguerra se ha terminado y vivimos en la nueva era de la inseguridad». Este enfoque en la defensa ha sido considerado como el talón de Aquiles del Partido Laborista. Starmer advirtió que la seguridad nacional está intrínsecamente ligada a la seguridad económica y que es un pilar central para tener éxito en el futuro.
El líder laborista subrayó la importancia de asumir un papel en la escena mundial para fortalecer al país tanto interna como externamente. Esta declaración puede ser interpretada como una referencia velada a la Unión Europea. Starmer insistió: «Que nadie se equivoque: estoy absolutamente comprometido a reconstruir nuestras relaciones con nuestros aliados».
Respondiendo a las dudas planteadas por miembros del partido como Angela Rayner y el portavoz de relaciones internacionales, David Lammy, sobre la renovación del arsenal nuclear, Starmer afirmó: «El Partido Laborista ha cambiado». Recordó que él ha votado a favor de la disuasión nuclear y que, si tiene el privilegio de servir a este país, su compromiso con la disuasión nuclear será absoluto.
Starmer también abordó la situación en Ucrania y el resurgimiento de las tensiones con Rusia. «Nunca en mi vida creí que los tanques rusos volverían a invadir un país europeo», declaró, reiterando su apoyo a Ucrania. Además, destacó la necesidad de enfrentar a los «agentes malignos» que atacan e intentan debilitar la nación no solo a través de métodos convencionales, sino también a través de amenazas híbridas al suministro de energía, ciberataques y desinformación.
«Los británicos necesitan saber que sus líderes les mantendrán seguros y eso es lo que haré», prometió Starmer. Además, criticó a los gobiernos conservadores de los últimos 14 años, argumentando que el Reino Unido está menos seguro ahora debido a sus políticas. Para reforzar su punto de vista, citó a un ex secretario de Defensa que admitió que los gobiernos recientes han fallado en tomar la defensa en serio.
Este enfoque renovado en la defensa y la seguridad nacional demuestra un cambio significativo en la política del Partido Laborista. Con estas promesas, Starmer busca no solo reforzar la posición internacional del Reino Unido, sino también garantizar la seguridad de los ciudadanos en un mundo cada vez más incierto e inseguro.