Argentina está atravesando un periodo de inestabilidad en su sistema ferroviario, en medio de lo que se ha denominado un plan privatizador impulsado por el gobierno de Javier Milei bajo el nombre de La Libertad Avanza. Esta iniciativa ha desencadenado una serie de respuestas por parte de los sindicatos de trabajadores ferroviarios, en particular de La Fraternidad, el sindicato de maquinistas, que ha optado por medidas novedosas y drásticas en respuesta a las acciones gubernamentales.
La crisis se agravó tras un choque en el ferrocarril San Martín, un incidente que los sindicatos atribuyen a la falta de financiamiento y mantenimiento. En respuesta a esta situación, el gobierno logró cerrar un acuerdo paritario con varios sindicatos, incluyendo a la Unión Ferroviaria y a los sindicatos de Señaleros (ASFA) y jerárquicos (APDFA). Sin embargo, el sindicato de maquinistas La Fraternidad se negó a firmar el acuerdo.
El líder de La Fraternidad, Omar Maturano, ha criticado al gobierno por no cumplir con las promesas de aumento salarial. Según Maturano, el gobierno ofreció un aumento del 12% durante tres meses, pero no cumplió con la promesa de una recomposición total en marzo. Además, el gobierno propuso un aumento del 2% para abril y del 7% para mayo, cifras que el sindicato considera insuficientes.
En respuesta a esta situación, La Fraternidad organizó una medida de protesta que implicó que todos los trenes del país funcionaran a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Además, el sindicato ha anunciado un paro nacional de 24 horas ante la falta de respuestas satisfactorias por parte del Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello.
En este contexto de crisis, la Agrupación Naranja Ferroviaria, formada por trabajadores que militan en el Partido de Trabajadores Socialistas-Frente de Izquierda Unidad (PTS-FITU), ha emitido un comunicado en el que se solidariza con La Fraternidad y exige que otros sindicatos se unan a la lucha contra los recortes en el sector ferroviario.
La Agrupación Naranja Ferroviaria ha criticado duramente al gobierno por su manejo de la crisis, alegando que el ajuste está afectando a los trabajadores mientras que los políticos disfrutan de salarios y beneficios exorbitantes. Según la agrupación, el plan de privatización del gobierno, similar al implementado en los años 90, ya ha demostrado ser un fracaso.
La agrupación también ha hecho hincapié en la necesidad de un plan de lucha que incluya demandas de aumento salarial acorde a la inflación y un presupuesto adecuado para un servicio ferroviario seguro y eficiente. Además, abogan por la reestatización de toda la red ferroviaria bajo la administración democrática de los trabajadores y los comités populares de usuarios.
La situación del sistema ferroviario en Argentina pone en evidencia las tensiones entre el gobierno y los sindicatos, así como las preocupaciones sobre el impacto de las políticas de privatización en los servicios públicos y los trabajadores. Esta crisis, con sus múltiples dimensiones y actores involucrados, es un claro ejemplo de las complejidades y desafíos que enfrenta el país en su camino hacia la modernización y la eficiencia en el transporte público.