Este domingo en Bélgica, las urnas se llenaron de votos para las elecciones europeas, nacionales y regionales. Por primera vez en la historia, los jóvenes de 16 años tuvieron la oportunidad de elegir a los diputados para la Eurocámara. A estos nuevos participantes en el proceso democrático se les llama ‘primo-votantes’.
La atención de los medios se centró principalmente en la extrema derecha flamenca y sus aspiraciones independentistas, así como en las llamadas coaliciones arcoíris, que podrían hacer que la formación de un gobierno sea un proceso largo y complicado. Sin embargo, un nombre emergió inesperadamente durante la campaña: Stefaan de Winter, una figura antes desconocida fuera de Flandes y el mundo de la cultura irreverente.
De Winter ocupó el octavo lugar de la lista del Open VLD, el partido liberal flamenco cuyo líder, Alexander de Croo, es el actual primer ministro. Lo que llamó la atención de De Winter no fue su posición en la lista ni su discurso, sino su presencia en los carteles de campaña. En todas las fotos, aparece en camiseta interior blanca sin mangas, una elección de vestimenta que es algo inusual en la política.
No es la primera vez que un político utiliza métodos poco convencionales para llamar la atención. Sin embargo, la estrategia de De Winter es diferente. Aunque hay una parte de marketing en su enfoque, su partido no es nuevo y él ocupa una posición secundaria. La clave de su éxito parece ser su imagen de flamenco oriental despreocupado, una figura con la que la gente puede identificarse.
En la película «Le Tout Nouveau Testament», el actor Benoît Poelvoorde interpreta a Dios como un hombre que viste con batas de los años 70 y camisetas interiores, similares a las que De Winter lleva en su campaña. Esta elección de vestuario parece reflejar un sentido del humor absurdo y una actitud despreocupada que ha resonado con los votantes. Al mismo tiempo, De Winter ha abogado por «una nueva visión autocritica de la política, combinación de cabeza y corazón», centrándose especialmente en la salud mental.
Además de su carrera política, De Winter es parte de una banda musical llamada Die Verdammte Spielerei. La banda, compuesta por seis hombres blancos, lucha «contra el aburrimiento, el pesimismo, contra el embotamiento, contra la tristeza».
El sistema de gobierno en Bélgica se ha comparado a menudo con una lasaña, con varias capas que representan diferentes niveles de poder. En este sentido, figuras como De Winter, con su larga trayectoria de trabajo a nivel local, actúan como la bechamel: no son el ingrediente principal, pero son esenciales para mantener unidas todas las capas. Su lema de campaña, «Uw vriend zonder schild! Tu amigo sin escudo!», refleja esta visión de un político cercano y accesible para todos.
En resumen, la carrera electoral belga ha sido un espectáculo de diversidad y singularidad, con personajes como Stefaan de Winter emergiendo como figuras populares e inesperadas. Aunque todavía está por ver cómo se desarrollarán las elecciones y quién tomará finalmente el poder, está claro que el panorama político belga es tan variado y complejo como la lasaña a la que a menudo se le compara.