El Correo Argentino, una institución emblemática y esencial para la vida de miles de argentinos, se encuentra en una situación crítica. Griselda Ivovich, una trabajadora con 24 años de servicio en la sucursal de Tres Lagos, Santa Cruz, ha decidido alzar su voz para denunciar una realidad que se repite en decenas de localidades del país: el cierre de las sucursales y la amenaza de despidos.
Griselda y su compañera de oficina, las únicas trabajadoras de la sucursal de Tres Lagos, recibieron una llamada telefónica advirtiéndoles que la fecha límite para aceptar los retiros voluntarios era el 24 de mayo. La alternativa a no aceptar el retiro voluntario era el despido. Esta noticia fue recibida con indignación y tristeza por las trabajadoras, quienes se niegan a aceptar el retiro voluntario y están luchando por mantener sus puestos y garantizar que la sucursal se mantenga abierta.
La posibilidad de cierre de la sucursal de Tres Lagos afectaría gravemente a los vecinos de la localidad, quienes tendrían que recorrer 160 kilómetros hasta Calafate, la oficina más próxima, para poder realizar cualquier trámite o recoger un paquete. El Correo Argentino no sólo ofrece servicios postales, sino también esenciales como el pago de jubilaciones, Asignación Universal por Hijo, ayudas sociales y otras prestaciones.
La lucha de Griselda y su compañera no se limita a su caso particular. Están en contacto con trabajadores del Correo de distintos puntos del país, han iniciado una recogida de firmas contra el cierre de sucursales, denuncian su situación en radios y medios, y buscan establecer vínculos con otros sectores populares y trabajadores para frenar las políticas de ajuste que el gobierno de Milei pretende implementar.
El pueblo de Tres Lagos, consciente de la gravedad de la situación, organizó un abrazo simbólico a la sucursal del Correo Argentino para mostrar su apoyo a las trabajadoras y expresar su rechazo al cierre de la oficina.
La amenaza de cierre de las sucursales del Correo Argentino es parte de un plan de retiros voluntarios impulsado por el gobierno, como primer paso para avanzar en la privatización de la empresa. Camilo Baldini, el actual presidente del Correo Argentino y funcionario del gobierno de Javier Milei, ha declarado que su plan para la empresa es «la reorganización para modernizarla y hacerla más redituable para el país».
Los trabajadores del Correo Argentino están organizándose a nivel nacional para luchar contra los despidos y cierres de sucursales en pequeñas localidades. No están solos en esta lucha. Las comunidades donde prestan servicios han realizado diversas actividades para apoyar su reclamo, conscientes de que defender las sucursales y los puestos de trabajo es también defender su derecho a tener un correo de bandera de calidad.
Griselda, a pesar de su lucha contra el cáncer de mama, está decidida a continuar su lucha. Su mensaje para los trabajadores del Correo Argentino es claro: «nos tenemos que juntar, nos tenemos que hacer escuchar. Pido el apoyo del pueblo argentino».
La situación del Correo Argentino es un reflejo de una realidad más amplia. La Ley Bases, que se votará en las próximas semanas en el Senado de la Nación, contempla la privatización de empresas públicas como Aerolíneas Argentinas, Trenes Argentinos, Radio Nacional y TV Pública, entre otras.
La lucha de los trabajadores del Correo Argentino, por lo tanto, no sólo es una lucha por sus puestos de trabajo y por la supervivencia de una institución esencial para miles de argentinos, sino también una lucha contra una política de privatizaciones que amenaza con desmantelar el patrimonio público del país.