En una presentación cargada de compromisos, la Cuenta Pública 2024 del presidente de Chile, Gabriel Boric, mostró el carácter urgente de un tema particularmente sensible: el proyecto de eutanasia. Este anuncio ha traído al frente de la discusión pública la difícil realidad de las personas que viven con enfermedades incurables y la lucha por una muerte digna.
Para ilustrar la importancia y la urgencia de este asunto, el mandatario compartió la carta que recibió de una ciudadana chilena, Susana Moreira. Moreira, quien padece de una atroz distrofia muscular, ha estado luchando día a día contra los dolores físicos que su enfermedad le impone y que no le permiten vivir una vida digna.
«Boric, en su discurso al Congreso Nacional, citó: “En su carta, Susana me solicitó que autorice su muerte asistida. En esto tenemos un gran tema pendiente. Le digo a Susana: lo que me pides no está dentro de mis atribuciones, pero en tu nombre y en los de tantos otros invito a este Congreso a no evitar este debate”.
Esta declaración de Boric ha puesto en el centro de la discusión pública el tema de la eutanasia, una cuestión que ha sido históricamente controversial y que necesita un debate profundo y respetuoso en la sociedad y el Congreso.
En una entrevista con LUN, Moreira expresó su emoción ante la intención del presidente de acelerar la ley de eutanasia, un gesto que demuestra que las personas que están lidiando con enfermedades incurables como ella finalmente están «siendo escuchadas». Moreira afirmó que «sé que hay muchas familias luchando con enfermedades incurables y si mañana podemos elegir será increíble para todos».
A pesar de su enfermedad, Moreira aclaró que su lucha no es por querer morir. De hecho, ella asegura llevar una vida feliz, está casada y vive un gran amor día a día. «Para mí se trata de elegir cuando mi cuerpo ya no responda y así evitar vivir a través de máquinas, con oxígeno, traqueotomía y otras ayudas que serán indispensables en algún punto», explicó.
Moreira reconoció que los parlamentarios enfrentan una tarea difícil, teniendo en cuenta los puntos ideológicos y la forma en que la eutanasia puede sonar aterradora para muchos. Sin embargo, instó a los legisladores a mostrar empatía y a considerar la angustia, la incertidumbre y el dolor físico y emocional que viven las personas que enfrentan enfermedades incurables.
“Para mí no se trata de querer morir, se trata de elegir, de tener la certeza de algo más que no sea una muerte lenta y dolorosa”, sentenció Moreira. Este sentimiento refleja la difícil realidad de las personas que luchan contra enfermedades incurables y la necesidad de un marco legal que les permita tener una muerte digna.
El llamado de Moreira a los parlamentarios y a la sociedad en general es un recordatorio de la importancia de la empatía y la comprensión en la toma de decisiones sobre cuestiones tan serias como la eutanasia. Este debate, por difícil que sea, es necesario para garantizar los derechos de todos los ciudadanos, especialmente aquellos que están luchando con enfermedades incurables y buscan una muerte digna. Con el compromiso del presidente Boric y el apoyo de la sociedad chilena, este debate puede ser un paso más hacia una sociedad más comprensiva y respetuosa con la dignidad humana.