La marca de automóviles Citroën ha sido siempre reconocida por su visión innovadora y su constante búsqueda de la excelencia en el diseño y la funcionalidad de sus vehículos. Entre 1993 y 1997, el fabricante francés vendió 1,2 millones de unidades de su modelo Xantia, demostrando que había creado un gran coche. Destacado por su suspensión autonivelante y su motor duradero, el éxito de ventas del Xantia llevó a Citroën a desarrollar un concepto aún más interesante: el Citroën Xantia Break Buffalo 4×4.
Aunque no se le pueda considerar un coche campero en el sentido estricto de la palabra, el Xantia Break Buffalo 4×4 tenía un gran espacio de maletero que, junto con los asientos abatibles y el techo solar, invitaban a imaginar noches estrelladas en la naturaleza. Gracias a su tracción a las cuatro ruedas y el buen par motor del 2.1 TD, este vehículo podía alejarse sin problemas de la ciudad y aventurarse en el campo.
El Xantia Break Buffalo 4×4 fue un prototipo basado en el Xantia Break de producción, que ofrecía un nivel superior de calidad en el interior y en la construcción, además de una buena combinación de tracción 4×4 y suspensión autonivelante. Este versátil vehículo familiar podría haber tenido un gran éxito dentro de su segmento, como lo hizo el Audi Allroad en 1999, pero desafortunadamente, nunca pasó de la fase de prototipo.
El diseño exterior e interior del coche fue desarrollado por Heuliez, un reconocido carrocero y constructor francés. La carrocería bicolor, los nuevos paragolpes, los faldones y los pasos de rueda daban una clara señal de su aspiración a salir del asfalto. Con unas medidas de 4,66 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,46 metros de alto, y a pesar del sistema de suspensión hidroneumática, la tracción 4×4 permanente y los diferenciales central LSD y trasero tipo Torsen, el coche pesaba solo 1.485 kg.
En el interior, la tapicería de piel de búfalo combinada con materiales como lana o cachemir, el teclado del sistema antirrobo, un volante multifunción y una estética del salpicadero adelantada a su tiempo, creaban un ambiente de lujo y confort. Los colores claro y naranja de los asientos, probablemente un guiño al Citroën 2CV Spot, aportaban un toque juvenil y veraniego al vehículo.
El Xantia Break Buffalo 4×4, equipado con un motor 2.1 turbodiésel de 4 cilindros y 114 cv, fue presentado como concepto de coche en 1996. Solo se fabricó una unidad, que fue subastada en 2012 en Artcurial por 11.914 euros, un precio muy bajo para un coche «nuevo» y único en el mundo. Aunque no se sabe con certeza dónde se encuentra actualmente este vehículo, es evidente que el Citroën Xantia Break Buffalo 4×4 es una de las joyas de la corona de la historia de Citroën.