Diversas marcas consideran que el motor de combustión seguirá siendo crucial hacia el 2040

Varias marcas creen que en el horizonte hacia 2040 el motor de combustión seguirá siendo esencial

El 31 de mayo pasado, la automotriz francesa Renault y su par china Geely anunciaron la firma de un acuerdo de colaboración en una joint-venture. Este nuevo emprendimiento conjunto se centrará en el desarrollo de motores híbridos y de combustión, con el objetivo de buscar la mayor eficiencia posible. Un elemento clave en esta joint venture será la filial de Renault, HORSE. Este acuerdo sigue una tendencia similar a la que vimos en días anteriores, cuando las empresas automotrices Toyota, Subaru y Mazda anunciaron una medida similar en conjunto.

Este acuerdo es de especial relevancia en España, ya que se enmarca en el contexto de la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética del país. De acuerdo a esta normativa, los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos deberán reducir paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0 g CO2/km conforme a lo establecido por la normativa comunitaria.

La ley también establece que el Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales deben colaborar para que en 2050 no haya turismos o vehículos comerciales ligeros que emitan CO2 de manera directa.

Renault y Geely tienen una visión del futuro en la que más de la mitad de los vehículos nuevos que se sigan produciendo en el mercado para 2040 seguirán dependiendo de motores de combustión. Esto sugiere una transición mucho más prolongada hacia los vehículos eléctricos de lo que se esperaba a principios de esta década.

La posición de Renault y Geely no es única en el sector automotriz. Otras marcas, como Toyota, Mazda y Subaru, también han manifestado su apuesta por los motores de combustión o sistemas híbridos para el futuro, en convivencia con los vehículos eléctricos en desarrollo. De hecho, incluso gigantes de la industria como Ford y Volkswagen han anunciado recientemente cambios en su hoja de ruta, que originalmente los llevaba a vender solo coches eléctricos de cara a 2030.

La transición energética en el sector automotriz no solo tiene que ver con la reducción de emisiones de CO2, sino que también debe considerar otros aspectos. Por ejemplo, el impacto ambiental del proceso de extracción de materiales para baterías, su transporte para su refinamiento y la fabricación de las baterías en sí.

En este sentido, la producción de baterías es una cuestión pendiente tanto para las marcas chinas, que son los mayores productores de baterías en la actualidad, como para los fabricantes europeos.

Por último, aunque todas las marcas parecen estar de acuerdo en que los vehículos eléctricos son el futuro, también parece que habrá más generaciones que conozcan los coches que emiten sonido. En este sentido, vale la pena recordar que Geely, además de ser accionista de Mercedes-Benz, tiene un acuerdo de desarrollo de motores híbridos de gasolina con la marca alemana.

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