El famoso aforismo, «La política hace extraños compañeros de cama«, es quizás uno de los más repetidos al describir la tumultuosa y a veces impredecible naturaleza de la política, tanto a nivel doméstico como internacional. Este antiguo dicho, que se cree que tiene origen en el trabajo de Shakespeare, en particular en su obra «La Tempestad«, da testimonio de cómo la política puede unir a individuos y grupos en configuraciones inusuales y a menudo contradictorias.
En «La Tempestad», Shakespeare introduce a Trínculo, un bufón etílicamente desinhibido que reflexiona: «La miseria familiariza al hombre con extraños compañeros de cama«. Esta reflexión, aunque en su contexto original se refería a las circunstancias desesperadas que a menudo llevan a las personas a tomar decisiones poco convencionales, se ha adaptado a lo largo del tiempo para describir la política.
La política, en su esencia, es una lucha por el poder y la influencia. Aquellos que participan en ella están constantemente buscando maneras de ganar terreno, y a veces eso significa formar alianzas improbables. Los partidos políticos y los individuos dentro de ellos pueden unirse en un momento dado para promover una causa o una legislación particular, sólo para encontrarse en lados opuestos del debate en otro tema.
La idea de «extraños compañeros de cama» puede parecer extraña o incluso cómica para algunos. Sin embargo, en realidad, esto es una característica intrínseca de la política. Los actores políticos a menudo tienen que poner a un lado sus diferencias ideológicas para lograr un objetivo común. A veces, estas alianzas pueden ser temporales y se disuelven una vez que se logra el objetivo, mientras que otras veces, pueden marcar el comienzo de una relación de trabajo a largo plazo.
La política no es para los débiles de corazón. Requiere una habilidad para navegar en un mar de opiniones divergentes y encontrar un terreno común. Esto a veces significa hacer acuerdos con aquellos con los que uno puede no estar de acuerdo en otros aspectos. En este sentido, la política es un arte de equilibrio constante entre los ideales personales y la necesidad de lograr resultados prácticos.
La frase «la política hace extraños compañeros de cama» también se puede interpretar de otras maneras. Algunos pueden verla como una crítica a la hipocresía en la política, donde los actores políticos pueden predicar una cosa y hacer otra. Otros pueden verla como un testimonio de la flexibilidad y la adaptabilidad que se requiere en la política.
Finalmente, esta frase también puede servir como un recordatorio de que la política es un juego en constante cambio. Los actores políticos que hoy son aliados pueden ser adversarios mañana. En este sentido, la política es una danza perpetua de alianzas cambiantes y estrategias en constante evolución.
En resumen, la política es un universo complejo y en constante cambio. El aforismo «la política hace extraños compañeros de cama«, aunque antiguo, sigue siendo relevante hoy en día. Refleja la naturaleza impredecible de la política y la necesidad constante de adaptación y compromiso que requiere. Para aquellos que están en el campo político, la frase sirve como un recordatorio constante de que en la política, como en la vida, a veces hay que hacer alianzas inesperadas para lograr los objetivos deseados.