El Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) ha dictaminado la disolución del Partido Comunes, una decisión histórica que ha hecho eco en el paisaje político chileno. La razón de esta acción se debe a las “infracciones graves y reiteradas a la normativa que regula el financiamiento público de los partidos políticos”.
El Partido Comunes, liderado por Marco Velarde, ha sido objeto de una denuncia presentada por el Servicio Electoral (Servel), lo que finalmente ha llevado a la resolución de su disolución.
El Partido Comunes, que originalmente fue conocido como Poder Ciudadano, nació en 2018 de la fusión de los partidos Poder Ciudadano y Poder Ciudadano del Norte. Como resultado de esta fusión, el Partido Comunes se convirtió en el sucesor legal de los partidos fusionados, asumiendo todas sus obligaciones y derechos patrimoniales.
Según informes del Servel, desde el mismo año de su formación, el partido ha estado involucrado en una serie de irregularidades. Entre estas se incluyen el incumplimiento grave y reiterado a las instrucciones generales proporcionadas por el Servel en cuanto a la contabilidad y los balances.
Además, el partido tampoco cumplió con los plazos establecidos para la presentación de los libros y la documentación anexa requeridos para su revisión e inspección. Esto representa otro incumplimiento grave y reiterado de las normas establecidas por el Servel.
Otra de las irregularidades citadas es el incumplimiento grave y reiterado en llevar la contabilidad detallada de todos los ingresos y egresos de fondos. Esto incluye la falta de especificación del origen y destino de los fondos, la fecha de la operación y el nombre y domicilio de las personas involucradas.
El Partido Comunes también ha sido acusado de no respaldar y acreditar correctamente sus gastos e ingresos. En ambos casos, se requieren documentos válidos y legalmente emitidos, y el partido ha sido encontrado culpable de un incumplimiento grave y reiterado en esta área también.
En febrero, el partido había presentado su defensa ante el Tricel, argumentando que la denuncia carecía de la identificación de hechos concretos y fundamentos de derecho que justificaran la solicitud de disolución del partido.
Además, el partido sostuvo que, a pesar de los procesos administrativos en curso relativos a la aprobación de la rendición de cuentas, el Servel decidió solicitar la disolución del partido. La actual directiva del partido también afirmó que ha trabajado incansablemente con el Servel para ordenar la situación financiera del partido y aclarar cualquier duda generada por el trabajo de la anterior directiva.
El veredicto del Tricel marca un momento significativo en la política chilena y pone de relieve la importancia de la transparencia y el cumplimiento de las normas en el funcionamiento de los partidos políticos. La disolución del Partido Comunes es un fuerte recordatorio de las consecuencias que pueden surgir cuando se violan las normas que rigen el financiamiento público de los partidos políticos.