El cigarrillo electrónico y el vapeo: Los recientes adversarios

Cigarrillo electrónico y vapeo, los enemigos para la salud de las nuevas generaciones

La industria tabacalera bajo la lupa: la lucha por proteger a los jóvenes del tabaquismo y el vapeo

En un esfuerzo por combatir la creciente amenaza que la industria tabacalera representa para los jóvenes, la campaña de este año se centra en la necesidad de «Proteger a los jóvenes de la interferencia de la industria tabacalera». Esta iniciativa busca frenar el impacto de la promoción de productos de tabaco, especialmente las nuevas formas de consumo como los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado o vapeo.

Los cigarrillos electrónicos, introducidos en el mercado español en 2013, se publicitaron inicialmente como una alternativa más saludable al tabaco convencional y una posible ayuda para reducir o dejar de fumar. Sin embargo, no hay evidencia científica suficiente que respalde la eficacia de estos dispositivos como herramienta para dejar de fumar. A pesar de esto, su uso ha aumentado drásticamente, especialmente entre los jóvenes españoles.

El Grupo de Trabajo de Tabaco de la Sociedad Española de Epidemiología advierte sobre la necesidad de prevenir el consumo de estos dispositivos, especialmente entre los jóvenes. Según datos de la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), el uso de cigarrillos electrónicos se ha triplicado entre los adolescentes españoles de 14 a 18 años de edad, pasando del 17% al 54,6% entre 2014 y 2023. En contraste, el consumo de cigarrillos convencionales ha disminuido durante el mismo período.

Los sabores y aromas de los cigarrillos electrónicos, junto con su apariencia tecnológica, han incrementado su popularidad entre los jóvenes. Sin embargo, es importante recordar que el aerosol producido por un cigarrillo electrónico contiene más de 200 sustancias tóxicas, algunas de las cuales son cancerígenas. Es esencial informar a la población sobre los peligros asociados con el uso de estos dispositivos.

El pasado 30 de abril, se celebró la aprobación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 por la Sociedad Española de Epidemiología. Este plan, descrito por la ministra de Sanidad como pionero y ambicioso, tiene como objetivo reducir el consumo de tabaco y lograr una generación libre de tabaco en España.

El plan incluye varias medidas destinadas a regular la publicidad, el patrocinio y la promoción del tabaco y productos relacionados. Un aspecto crucial de este plan es su enfoque en los nuevos productos del tabaco, particularmente los cigarrillos electrónicos. El objetivo es equiparar la promoción y publicidad de los cigarrillos electrónicos al tabaco convencional, una medida importante para reducir su consumo y evitar que atraigan a la población más joven.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) también hace un llamamiento para aumentar la percepción del riesgo asociado con esta forma de consumo de tabaco tanto en niños como en sus familias. La Dra. Carmen Fidalgo, secretaria de la Junta Directiva de AEPap, advierte sobre la presencia de vapeadores en las mochilas de niños tan jóvenes como de ocho y nueve años.

Según la Encuesta ESTUDES de 2023, más de la mitad de los escolares de 14 a 18 años (54,6%) han consumido alguna vez cigarrillos electrónicos. Esta cifra ha aumentado más de 10 puntos porcentuales desde 2021, y es la tasa más alta registrada en la serie histórica de la encuesta.

Además del daño a la salud, los profesionales sanitarios también están destacando los efectos perjudiciales de los cigarrillos electrónicos en el medio ambiente. Los dispositivos generan residuos de alto impacto ecológico, como plásticos y baterías. La Dra. Fidalgo sugiere que este enfoque puede ser particularmente eficaz para llegar a los jóvenes, que a menudo están más preocupados por la sostenibilidad ambiental que por su propia salud.

En resumen, es claro que es crucial continuar con los esfuerzos para proteger a los jóvenes de la interferencia de la industria tabacalera. Con la ayuda de campañas de concienciación, regulación y educación, se espera que se pueda reducir el consumo de tabaco y cigarrillos electrónicos entre los jóvenes.

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