Donald Trump, el expresidente de los Estados Unidos, celebró una rueda de prensa en el vestíbulo de la Torre Trump en Manhattan, después de haber sido declarado culpable de 34 cargos relacionados con la falsificación de registros contables para encubrir un soborno a la actriz porno Stormy Daniels. Este hecho, que ha tenido una gran repercusión, es el primero de un total de cuatro procesos judiciales que Trump enfrenta; los otros tres están pendientes en Washington, Georgia y Florida.
Durante su comparecencia, Trump no aportó argumentos novedosos ni críticas a lo que se había escuchado durante las seis semanas del juicio. En cambio, arremetió contra todos: el juez, el presidente Joe Biden, el comité que investigó el asalto al Capitolio, los inmigrantes, la presión fiscal e incluso los vehículos eléctricos. Declaró que vivimos en un «Estado fascista y corrupto».
El expresidente calificó el juicio como «muy injusto», alegando que no se les permitió utilizar a su experto electoral bajo ninguna circunstancia. Además, criticó al juez Juan Merchan, a quien describió como un «ángel» pero que en realidad es un «demonio». Trump también se quejó de estar bajo una «orden mordaza», por la que tuvo que pagar miles de dólares en multas y fue amenazado con la cárcel. Durante el proceso, fue condenado en dos ocasiones por desacato, por un total de 10.000 dólares, y se le advirtió que entraría en prisión si persistía en sus críticas a testigos y funcionarios judiciales.
Con respecto a los delitos juzgados, Trump afirmó que el reembolso del soborno a su abogado Michael Cohen, que adelantó los 130.000 dólares a Stormy Daniels, fue un gasto legal legítimo. Sin embargo, Cohen recibió un total de 420.000 dólares, que incluía el importe íntegro del soborno, un bono y los impuestos. Trump criticó duramente a Cohen, a pesar de que la orden mordaza le impedía mencionarlo directamente.
Trump continúa atribuyendo sus problemas judiciales a los demócratas, a quienes acusa de azuzar a la justicia en su contra para descarrilar su campaña electoral. En esta línea, ha criticado especialmente al juez Merchan, al que acusa de estar «altamente en conflicto» en el caso debido a la vinculación de su hija, Loren Merchan, con una firma que asesora a los demócratas.
A pesar de la sentencia, Trump aseguró que seguirá adelante con sus planes políticos. Introdujo uno de los temas favoritos de su campaña, su promesa de acabar con la inmigración irregular, a la que describió como una «invasión» de ciudadanos procedentes de países como la República Democrática del Congo, Venezuela y China.
La condena de Trump representa un hito en la política estadounidense, ya que es la primera vez que un expresidente es declarado culpable de un delito de esta naturaleza. A pesar de las acusaciones y la condena en este caso, Trump sigue teniendo un apoyo significativo entre sus seguidores y continúa siendo una figura influyente dentro del Partido Republicano.