Un análisis exhaustivo de más de 1000 documentos financieros de 300 grupos políticos en Europa ha revelado que los principales partidos políticos de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) han recibido 941 millones de euros en donaciones entre 2019 y 2022. Sin embargo, el origen de siete de cada diez de estas donaciones no es conocido. Este nivel de opacidad en el financiamiento político es el que las leyes exigen a los partidos políticos en países como Alemania, Francia y España, donde la mayor cantidad de dinero privado fluye hacia los partidos.
Esta falta de transparencia adopta diferentes formas según el país. En Malta, por ejemplo, el partido nacionalista de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha incumplido desde 2020 su obligación de presentar las cuentas. En Portugal, estos documentos solo se pueden consultar en un ordenador sin acceso a Internet, sin posibilidad de hacer copias y bajo la vigilancia de un funcionario. En Luxemburgo, se requiere firmar un acuerdo de confidencialidad para acceder a ellos. España tiene el límite más alto de la UE para que un partido publique sus donaciones privadas (25.000 euros), una cifra tan alta que ninguna formación declara aportaciones que alcancen esa cifra.
Entre 2019 y 2022, los partidos políticos europeos han acumulado 2.800 millones de euros en financiación no pública, que incluye cuotas de afiliados, aportaciones de cargos públicos y donaciones. De estos, 941 millones son donaciones. Esta cifra incluye aportaciones de políticos que en algunos países, como Alemania o Dinamarca, se realizan como donaciones al margen de lo que sus formaciones les exigen aportar. En otros países, como España, todo lo que aportan los políticos se registra bajo una categoría específica («aportaciones de cargos públicos o afiliados»).
De la cantidad identificable como donaciones de individuos externos a los partidos, el total asciende a 684 millones de euros. El 14% de este dinero, o 97 millones de euros, ha ido a agrupaciones de extrema derecha, una cantidad proporcional a su representación política en los países europeos.
En términos de las «familias» históricas del Parlamento Europeo, los partidos que forman los populares acaparan cerca del 40% de las donaciones (principalmente debido a las donaciones que recibe la CDU alemana), y los socialistas, el 15%.
El Eurobarómetro, la mayor encuesta europea de opinión, revela que el 70% de los ciudadanos de la UE creen que no hay suficiente control y transparencia de las finanzas de los partidos y que el 60% considera que la corrupción es un problema común en estas formaciones. Los europeos piensan que hay más corrupción en los partidos que en las empresas privadas, las instituciones financieras o el sector público.
En España, el 85% de la población (el porcentaje más alto en la UE) cree que los sobornos y el abuso de poder son habituales entre los partidos políticos. España es también el país de la UE que más dinero público ha dedicado a financiar partidos en los últimos cuatro años, y uno de los países donde los partidos son más dependientes de la financiación estatal.
En términos de financiación privada, los partidos deben hacer públicas las donaciones de más de 25.000 euros en sus páginas web, pero no hay ninguna publicada. La realidad es que este límite es ineficaz: desde la entrada en vigor de la última reforma legislativa en 2016, ninguna formación ha declarado haber recibido donaciones tan elevadas.
En el caso de España, de todo lo que se ha donado en la UE entre 2019 y 2022, Alemania, Francia e Italia representan el 65%. El peso de Alemania es particularmente importante, ya que la ley exige a los partidos políticos que obtengan la mitad de sus ingresos de fuentes privadas, incluyendo donaciones, aportaciones de políticos o cuotas de socios.
Los partidos políticos españoles han recibido donaciones por valor de 9,8 millones de euros en los últimos cuatro años, casi la mitad de ellas en 2019. Estas representan el 3% de su financiación privada, mientras que las cuotas de afiliados y las aportaciones de los cargos de los propios partidos son su principal fuente de ingresos. Estas sumas se ingresan en cuentas independientes y no están sujetas a los límites de las donaciones.
El caso español es peculiar porque el 75% de los fondos de los partidos son públicos, uno de los porcentajes más altos de Europa. Entre 2019 y 2022, España es el país de la UE que más ha gastado en financiar a partidos, un esfuerzo claramente influido por la docena de procesos electorales (entre locales, regionales, nacionales y europeos) celebrados.
El análisis también muestra que cuando se analizan las donaciones donde sí se publica el nombre del donante, destaca el caso alemán. De las 180 donaciones de más de 100.000 euros entre 2019 y 2022 en toda Europa, casi la mitad (76) son de empresas o personas alemanas. En este país también se registra la mayor donación de una persona física a un solo partido: los 1,25 millones de euros que Steven Schuurman, emprendedor holandés del sector tecnológico, entregó a Los Verdes en 2021.
Las mejoras legislativas en la financiación de los partidos políticos en Europa a menudo han surgido en respuesta a escándalos. Un ejemplo de esto es Austria, donde en 2019 Heinz-Christian Strache, entonces vicecanciller y líder del partido de extrema derecha FPÖ, fue abordado por una joven que se hacía pasar por la nieta de un oligarca ruso y le sugirió que ingresara sus fondos en asociaciones próximas al partido para evitar el escrutinio estatal.
Para analizar las cuentas de los partidos europeos, la organización neerlandesa Follow The Money ha coordinado a 50 periodistas de 26 medios de 24 países. El proyecto se publica en toda Europa bajo el nombre: Transparency Gap, the funding of political parties in the EU.