La crisis diplomática entre México y Ecuador continúa, con México rechazando el diálogo con el país sudamericano. La Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, afirmó que las conversaciones están en marcha con un tercer país para proteger los bienes de los 18 diplomáticos mexicanos que tuvieron que abandonar Ecuador después del asalto a su Embajada en Quito. Bárcena mencionó que el diálogo sería indirecto, y que es probable que Suiza actúe como intermediario.
En Ecuador, las palabras de Bárcena se interpretaron como una señal de un posible final al conflicto diplomático. La Canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, destacó que Ecuador está listo para dialogar y resolver cualquier conflicto. Sommerfeld confirmó que Suiza había aceptado ser el canal de comunicación diplomático entre los dos países.
Sin embargo, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México aclaró que la solicitud a Suiza es estrictamente para proteger los bienes y el mobiliario del personal diplomático mexicano en Ecuador. Cualquier interpretación que exceda este marco es incorrecta, según la Secretaría. Esta aclaración ha causado confusión en Ecuador, que ha insistido en que ha garantizado la seguridad de los bienes mexicanos y permitirá que todas las pertenencias sean retiradas.
El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no confía en las garantías de Ecuador y busca sus propias soluciones para proteger sus archivos y bienes en Quito. México ha llevado a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la violación de la Convención de Viena y el derecho al asilo al detener a Jorge Glas, a quien se le había concedido asilo horas antes.
Según el abogado internacionalista Esteban Santos, México ha dejado claro que no le interesa dialogar con Ecuador. Santos sugiere que una ventana al diálogo solo podría abrirse después de las elecciones en México, y quizás incluso después de las elecciones en Ecuador en 2025.
Mientras tanto, México ha recurrido a Suiza para que asuma las funciones diplomáticas y consulares para atender asuntos urgentes que requieran los ciudadanos mexicanos en Ecuador. Ecuador ha hecho una solicitud similar a Perú para atender los asuntos urgentes de los ecuatorianos en México. Sin embargo, la situación es más complicada para los migrantes, ya que las oficinas consulares en ambos países se han cerrado debido a la ruptura de las relaciones diplomáticas.
La crisis migratoria en Ecuador está alcanzando niveles críticos, con más de 120,000 ecuatorianos que han salido del país y no han regresado. Muchos ecuatorianos recurren a la migración irregular a través de México para llegar a Estados Unidos. Según la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de México, en 2023, alrededor de 71,000 ecuatorianos fueron detenidos por las autoridades migratorias en México, de los cuales 2,500 fueron deportados. En los primeros tres meses de 2024, se informó de 37,000 detenciones y 86 deportaciones.
Lorena Mena, directora de Continente Móvil, un proyecto de investigación sobre migraciones en México, describe la situación de los ecuatorianos en México como una «orfandad». Los servicios consulares están limitados a la atención telefónica, que no puede responder con la urgencia necesaria a las violaciones de derechos que experimentan muchos migrantes.
Las repercusiones de la crisis diplomática se están sintiendo en otros servicios. La aerolínea Aeroméxico suspenderá sus operaciones en la ruta directa entre Quito y Ciudad de México a partir del 1 de julio debido a una disminución de la ocupación de pasajeros, carga y correo. México es uno de los principales inversores en Ecuador y, aunque el comercio intenta mantenerse al margen del conflicto diplomático, las consecuencias económicas están comenzando a sentirse.