El caso de Balbina Vilches Gutiérrez y su hija ha llamado la atención de Chile entero. Estas dos mujeres se propusieron iniciar una caminata desde Talca hasta La Moneda para solicitar una vivienda, siguiendo el ejemplo de Camila Gómez, madre de Tomás Ross. Sin embargo, su travesía tuvo un giro inesperado en Curicó cuando se encontraron con Paula Oliva Aravena, directora del Servicio de Vivienda y Urbanización del Maule (Serviu).
El organismo gubernamental reveló que Vilches había sido beneficiaria de una vivienda social en 1995, la cual vendió en 2022. A pesar de este hecho, la mujer continuó pidiendo una vivienda social al Estado, a sabiendas de que no cumplía con los requisitos para ello. Para añadir más a la controversia, desde 2021 recibe un Subsidio de Arriendo desde Serviu.
Ante la información revelada, Vilches declaró que “tuve mi vivienda, pero fui asaltada en mi negocio y tuve que arrancar de los delincuentes, por eso la dejé ahí y la vendí en cuotas”. Asegura que su actual petición de vivienda es en representación de su pareja, quien es mayor que ella, y también en beneficio de sus dos hijos discapacitados.
El fin abrupto de su caminata a La Moneda, según ella, fue sugerencia de la directora del Serviu, quien le pidió que no continuara, prometiendo que “el Serviu va a resolver mi problema”. Sin embargo, desde el organismo se encargaron de desmentir sus declaraciones: “No existe ninguna posibilidad de adquirir un compromiso como aquel”.
Paula Oliva, directora del Serviu, fue enfática en aclarar que la petición de Vilches de conseguir una vivienda de un día para otro no es algo que el organismo tenga la facultad para hacer. “Ella plantea que requiere una vivienda de un día para otro y eso es algo que nosotros no tenemos ni la facultad para poder hacer”, explicó Oliva. Agregó que no es una vía regular o algo que se haga regularmente.
Esta situación ha generado diversas reacciones en la sociedad, especialmente por los precedentes que sienta para otros casos de solicitud de viviendas sociales. Las políticas y procedimientos de los organismos gubernamentales están en el ojo del huracán, y cuestionamientos sobre la eficacia y justicia de estos procesos son inevitables.
La caminata de Balbina Vilches y su hija a La Moneda pudo haber terminado, pero su historia y las cuestiones que han surgido de ella continúan resonando a lo largo de Chile. Las implicaciones de este caso seguramente serán objeto de análisis y discusión en el país durante algún tiempo.