Desde su cierre de campaña en Monterrey, Xóchitl Gálvez emite una última oración: “Dios está con nosotros” | Elecciones mexicanas 2024

EL PAÍS

Xóchitl Gálvez, en un discurso que duró menos de 18 minutos, pronunció sus palabras finales de campaña en la Arena Monterrey, ante casi 18,000 simpatizantes. En las últimas horas de la contienda, Gálvez hizo un llamado final a sus votantes, instándoles a creer que su triunfo contra la oficialista Claudia Sheinbaum en las elecciones del próximo domingo era posible. Apoyada por la coalición Corazón y Fuerza por México, Gálvez afirmó emocionalmente: “En Palacio Nacional están temblando porque saben que los buenos somos más y que ya nos cansamos”.

Dejando atrás las encuestas, los ataques en los debates, las giras interminables y la guerra de spots, Gálvez subió al escenario para el último acto masivo de su campaña. Recorrió los 32 estados del país, con la intención de dejar claro a su rival que dará la batalla hasta el final.

A pesar de que el acto marcó el final de su campaña, Gálvez mantuvo las mismas líneas que siguió desde el inicio de la misma. Prometió que si bien Morena dejaría el poder, los programas sociales permanecerían. También se comprometió a priorizar la seguridad de los ciudadanos en su gobierno y a superar las divisiones que han marcado la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Las elecciones mexicanas presentan tres opciones en la boleta, pero el país está mayormente dividido entre dos mujeres. La coalición gobernante encabezada por Morena y el frente opositor han planteado desde el principio que esta es una lucha entre dos candidaturas, dos estilos y dos modelos políticos: Sheinbaum y Gálvez. Jorge Álvarez Máynez ofreció la alternativa de Movimiento Ciudadano (MC) para aquellos que no querían entrar en ese dilema.

Sin embargo, durante la tarde de este miércoles en Monterrey y Ciudad de México, las dos zonas metropolitanas más pobladas del país, todo giró en torno a esa dicotomía. Gálvez planteó “Lo que está en juego es prácticamente el futuro de México” desde el motor industrial del noreste, donde la aplanadora de Morena no ha logrado imponerse.

Nuevo León, uno de los estados más poblados del país, ha sido una parada obligada para las tres candidaturas. Todas han hecho acto de presencia en el estado en la última semana.

El último acto de Gálvez tuvo aires agridulces de despedida y cierre de ciclo. Agradeció a su hija Diana Vega por coordinar a los xóchilovers; a los candidatos neoleoneses que movilizaron a sus bases de forma masiva para mostrar músculo; a Santiago Creel, el coordinador de su campaña; a la panista Kenia López Rabadán; al líder del PRI, Alejandro ‘Alito’ Moreno, y a otros priistas que se sumaron como Enrique de la Madrid e Ildefonso Guajardo.

Gálvez se mantuvo fiel a su estilo hasta el último suspiro de la contienda. La candidata de la Marea Rosa, la siempre indómita, la aspirante que cree en “la hazaña” contra todo pronóstico. “Hoy la esperanza cambió de manos. La esperanza es nuestra”, afirmó arropada por los suyos, antes de que los fuegos artificiales iluminaran de golpe la arena y los papelitos de color rosa llovieran sobre el escenario.

En un parpadeo, Gálvez se dirigió al aeropuerto para llegar antes de la medianoche a Tepatepec, su pueblo en Hidalgo, para celebrar con familiares y amigos en el lugar donde todo comenzó. “Yo ya gané. Pasé lo que pase seguiré siendo una mujer feliz”, aseguró en una entrevista reciente con EL PAÍS. Sin embargo, el resultado final de la elección se decidirá este domingo.

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