El ex presidente estadounidense, Donald Trump, está acostumbrado a recibir ovaciones y a que la gente haga cola para asistir a sus mítines. Sin embargo, este sábado se encontró con un público hostil o al menos dividido en el Hotel Hilton Washington de la capital, donde asistía como invitado para dar un discurso. A Trump le criticaron las medidas de confinamiento y la vacunación generalizada durante la pandemia, la creciente deuda durante su mandato y otras políticas. Fue abucheado de forma reiterada durante la convención que se celebraba bajo el lema de “Hazte ingobernable”.
La convención del Partido Libertario seleccionará este domingo a su propio candidato para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Fue peculiar que la convención invitara a dos candidatos rivales a dar discursos. El independiente Robert F. Kennedy Jr., conocido por su postura antivacunas, aprovechó su oportunidad para criticar la política de Trump durante la pandemia. Kennedy Jr. había desafiado al expresidente a un debate durante la convención que finalmente no tuvo lugar.
Trump fue recibido en el escenario con una división de opiniones. Algunos de los asistentes lucían gorras y camisetas con su nombre o con sus lemas, pero muchos otros le abuchearon desde el principio de su intervención. La tensión era tanta que algunos llegaron a las manos. Una persona que sostenía un cartel que decía “No a los aspirantes a dictador” fue expulsada de la sala por los servicios de seguridad.
El expresidente inició su intervención diciendo: “Mucha gente se pregunta por qué vengo a hablar a la convención libertaria y es una pregunta interesante, ¿verdad? Pero vamos a divertirnos mucho. El año pasado he sido imputado 91 veces por el Gobierno de Joe Biden. Si antes no era libertario, ahora sí que lo soy”, provocando un aumento en el volumen de los abucheos.
Visiblemente incómodo, Trump cargó contra el actual presidente, Biden, esperando encontrar puntos en común con la audiencia. Trump, quien ha afirmado que si vuelve a la Casa Blanca será un dictador el primer día, llamó a Biden un “tirano corrupto e incompetente” y “el peor presidente de la historia de Estados Unidos”, lo que provocó que algunos asistentes le gritaran: “Ese eres tú”.
Cuando sus seguidores le apoyaban con cánticos de “Queremos a Trump”, los libertarios se imponían con uno de sus lemas: “Acabar con la Fed”. La eliminación de la Reserva Federal es parte de su programa, que se opone a la intervención estatal, la burocracia, las regulaciones, los impuestos y el gasto público elevado.
Trump encabeza las encuestas para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, pero la batalla se presenta tan reñida en los estados decisivos que el papel de candidatos y partidos minoritarios puede acabar siendo decisivo, dependiendo de a qué candidato le resten más votos. Los sondeos de opinión muestran que tanto Biden como Trump son rechazados por una mayoría de los estadounidenses.
El Partido Libertario fue el tercer partido más votado en las elecciones presidenciales de 2020, con Jo Jorgensen como candidato. Logró 1.865.000 votos, el 1,18%. En 2016, con Gary Johnson como candidato, obtuvo un 3,27% de los votos, con casi 4,5 millones de votos.
Muchos de los asistentes llevaban pancartas pidiendo la libertad de Ross Ulbricht, el fundador del sitio web de venta de drogas Silk Road. Trump recibió un fuerte aplauso cuando prometió conmutar la cadena perpetua a la que está condenado en el primer día de su hipotético nuevo mandato y ponerlo en libertad dando por cumplida la sentencia con los 11 años pasados en la cárcel. También insistió en el mensaje de que liberará a los condenados por los tribunales por el violento asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, a los que volvió a referirse como “rehenes”.
El expresidente también intentó ganarse a la audiencia prometiendo incluir a un libertario en su Gabinete y a otros en puestos destacados de la Administración, aunque en este caso muchos de los presentes silbaron en señal de incredulidad. Y también pareció apuntarse a algunas teorías conspiratorias populares entre los libertarios.
Después de decir que si pierde las elecciones habrá una tercera guerra mundial y tras unos 35 minutos de discurso, se fue con la misma mezcla de abucheos y aplausos que le acompañó desde su llegada.