El ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, ha expresado recientemente su preocupación por la amenaza que supone Rusia para las democracias occidentales en un momento en que Europa se enfrenta a unas elecciones de suma importancia. En una entrevista realizada el pasado viernes en Varsovia con varios medios de la alianza LENA, incluyendo EL PAÍS, Sikorski afirmó vehementemente que «Putin está en guerra con nosotros desde 2011». Sikorski advirtió sobre los peligros de la injerencia rusa en las elecciones europeas y señaló que partidos extremistas, como el polaco Ley y Justicia (PiS), están siendo influenciados ideológicamente por el putinismo.
Sikorski, que ya ejerció el cargo de ministro de Asuntos Exteriores entre 2007 y 2014 con Donald Tusk como primer ministro y anteriormente como ministro de Defensa con una versión más moderada de PiS, aboga por una postura dura frente a la inmigración. «No existe el derecho humano a vivir donde a uno le plazca», declaró.
Sobre la injerencia de Rusia en las elecciones europeas, Sikorski afirmó que los rusos «harán lo que nos moleste, lo que nos desequilibre, lo que persuada a nuestra población de que la democracia no funciona. Mostrar desconfianza y caos es su modelo de negocio». Además, Sikorski comentó sobre las actividades de interferencia de Rusia en Polonia, señalando que «los rusos transfirieron dinero a los separatistas catalanes» y que «los rusos han enviado escuadrones de la muerte a Alemania, al Reino Unido» y han llevado a cabo acciones de desestabilización en otros lugares.
En cuanto a por qué considera que Putin está en guerra con las democracias occidentales desde 2011, Sikorski argumentó que Putin decidió, erróneamente, que las protestas del pueblo ruso en San Petersburgo y Moscú contra su regreso al Kremlin eran un golpe occidental. Sikorski también destacó la reciente decisión del Gobierno polaco de crear una comisión para investigar la influencia rusa.
En relación con las tensiones migratorias en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, Sikorski afirmó que la crisis migratoria no es simplemente una cuestión de personas pobres que buscan una vida mejor, sino un «asalto organizado contra la UE» por parte de Rusia, que utiliza a los migrantes como peones en un juego más amplio para desestabilizar la Unión Europea.
El ministro de Exteriores polaco también se refirió a la Convención de Ginebra y a la cuestión de los derechos de los migrantes, argumentando que «la Convención de Ginebra se pensó para aplicarse a individuos» y que «no existe el derecho humano a vivir donde a uno le plazca».
En cuanto a la postura de Polonia frente a la crisis ucraniana, Sikorski afirmó que «no debemos cerrar nuestras opciones. Debemos mantener a Putin preguntándose qué haremos». La pregunta de si Polonia estaría dispuesta a enviar tropas a Ucrania, Sikorski no la descartó.
Por último, al abordar la cuestión de los crímenes que se están investigando en Gaza, Sikorski afirmó que «en primer lugar, la actual ronda de violencia, como saben, fue iniciada por Hamás». Sikorski también cuestionó la decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional de emitir una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, argumentando que equiparar a Netanyahu con los líderes de Hamás era «poco útil».
