En un importante cambio de postura, Europa se inclina hacia la ruptura de un nuevo tabú en su apoyo a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia. Cada vez más países europeos están dispuestos a permitir que Kiev utilice las armas y el material militar que le han enviado para atacar objetivos militares en territorio ruso. Este cambio se debe a la creciente presión de Ucrania por ampliar su capacidad de defensa en medio de la escalada del conflicto en la región.
El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha respaldado esta postura, calificándola como una acción legítima según la ley internacional. Borrell ha argumentado que no es más que una acción defensiva sobre zonas desde las que Rusia lanza ataques contra Ucrania. Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, también ha defendido esta postura en días recientes. Sin embargo, Borrell ha advertido que la decisión final recae en cada país, con algunos a favor y otros en contra.
La ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren, ha respaldado firmemente la postura a favor de Ucrania, argumentando que no debería ser un debate, ya que Ucrania está luchando con una mano atada a la espalda. Sus homólogos de Estonia y Letonia también la han respaldado. Por su parte, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha instado a los aliados a levantar el veto que está dificultando la defensa de los territorios a lo largo de la frontera.
Zelenski y su equipo han estado luchando para convencer a los aliados europeos de la necesidad de cambiar las reglas de compromiso. En particular, han argumentado que las restricciones actuales les impiden responder a los ataques que se lanzan desde el territorio ruso, poniendo en peligro a militares y civiles ucranios.
Zelenski ha destacado este punto durante su encuentro con el primer ministro belga, Alexander De Croo. En este encuentro, se firmó un acuerdo militar por casi 1.000 millones de euros que incluye la entrega de hasta 30 aviones F-16 antes de 2028. Más tarde, en Lisboa, Zelenski firmó otro acuerdo bilateral con el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, que contempla ayuda militar valorada en 126 millones de euros para este año.
A pesar del apoyo de algunos países, la propuesta de permitir que Ucrania utilice armas occidentales contra objetivos en Rusia no está exenta de controversia. Algunos temen que esto pueda llevar a una escalada del conflicto y posiblemente atraer a más países a la guerra. Rusia, por su parte, ha advertido de que este paso puede conducir a un conflicto de mayor envergadura.
Los países que se oponen a la propuesta incluyen a Alemania, Italia y Bélgica. Estos países argumentan que las armas y municiones que han proporcionado a Ucrania deben utilizarse solo dentro del territorio ucranio. Sin embargo, hay indicios de que esta postura podría cambiar en el futuro, dependiendo de cómo evolucione la situación en el terreno.
Por otro lado, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, han mostrado un frente unido de apoyo a Ucrania. Ambos líderes han expresado su preocupación por la escalada de la violencia, pero han señalado que no permitirán en modo alguno que se ataquen otros lugares u otros sitios civiles de Rusia.
La situación sigue siendo volátil y se están debatiendo otras medidas de apoyo a Ucrania, incluyendo la posibilidad de enviar instructores militares al país para formar a los soldados en el terreno. Sin embargo, esta propuesta también es controvertida y aún no se ha llegado a un consenso.