La Policía Nacional de España ha estado utilizando una herramienta de reconocimiento facial durante los últimos nueve meses en varios lugares del país, según fuentes del Ministerio de Interior. Este proyecto, que ha estado en desarrollo durante los últimos cuatro años, fue finalmente implementado en agosto pasado bajo el nombre de ABIS (Sistema Automático de Identificación Biométrica).
El sistema utiliza Inteligencia Artificial (IA) para determinar en pocos segundos si el rostro que aparece en una imagen dada coincide con alguien de quien ya se tienen registros. Desde su implementación, ABIS se ha utilizado en al menos 400 investigaciones policiales, logrando resultados positivos en un 40% de estos casos que permitieron la identificación de los implicados en los delitos.
Actualmente, hay 13 estaciones operativas de ABIS repartidas por el país. Dos de estas estaciones están en Madrid, mientras que otras ciudades como Barcelona, Granada, Málaga, Sevilla, Valencia, Valladolid, Las Palmas, Zaragoza y Bilbao tienen una cada una. Se espera que Pamplona se sume próximamente a esta lista.
El proyecto, coordinado por la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad, ha supuesto un cambio radical en las prácticas policiales españolas. Hasta ahora, la confirmación de la identidad de un individuo se realizaba a través de su huella dactilar o mediante análisis de ADN. La introducción del reconocimiento facial como un tercer método no requiere tomar muestras del sujeto.
El reconocimiento facial funciona a través de una tecnología llamada visión computacional, que identifica rostros en una imagen. Luego, se aplica un algoritmo a ese rostro para obtener un patrón que lo represente y distinga de los demás. La IA luego busca este patrón, único para cada individuo, en amplios bancos de imágenes y ofrece los resultados que más se parecen.
A pesar de que el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial prohíbe el uso de sistemas de identificación biométrica en tiempo real en espacios públicos, ABIS no procesa imágenes en tiempo real, ya que no está conectado a cámaras de vigilancia. Según fuentes, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) no ha examinado la legalidad de esta herramienta.
El algoritmo de ABIS, desarrollado por la empresa francesa de tecnología militar Thales, compara la imagen introducida por los agentes con las fotografías disponibles en el sistema en busca de coincidencias. La base de datos contra la que se realizan las búsquedas está compuesta por 4,4 millones de reseñas de detenidos.
La implantación técnica de esta herramienta ha sido gestionada por el inspector jefe Sergio Castro, responsable de ABIS. Su equipo ha capacitado a operadores para las estaciones de ABIS que ya se han puesto en marcha en España.
El sistema de reconocimiento facial de la Policía realiza dos tipos de tareas. En primer lugar, verifica si el rostro de una persona en una imagen coincide con el de un sospechoso. En segundo lugar, realiza búsquedas a ciegas en la base de datos para determinar si un rostro en particular coincide con alguna de las reseñas guardadas en el sistema.
Finalmente, es importante mencionar que los datos biométricos son extremadamente valiosos porque permanecen inmutables con el paso del tiempo. Como dijo la periodista Kashmir Hill, experta en esta tecnología, “El rostro es, esencialmente, el último bastión de la privacidad”. Los sistemas automáticos de reconocimiento facial pueden ser muy buenos para capturar a delincuentes, pero un uso descontrolado de esta herramienta puede poner en jaque el anonimato de los ciudadanos.