La política eslovaca se ha visto sacudida por el intento de asesinato de su primer ministro, Robert Fico, hace apenas dos semanas. En medio de este clima de tensión, el Dr. Gabriel Estok, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Pavol Jozef Šafárik de Košice, Eslovaquia, arroja luz sobre los factores clave.
Estok señala la «herida» del Covid y las astucias populistas como ingredientes determinantes que han polarizado el país. Según él, a pesar de sus cambios de dirección y su retórica, Fico sigue siendo muy apoyado por muchos eslovacos. ¿Por qué? El profesor apunta al instinto político de Fico, sus excelentes habilidades retóricas y su capacidad para responder eficazmente a los temas que resuenan en la sociedad eslovaca.
Estok señala que después de la muerte del periodista Jan Kuciak en 2018, quien criticó duramente el gobierno de Fico, parecía que su carrera política estaba acabada. No obstante, Fico mostró su habilidad para responder al estado de ánimo de la sociedad, llevando a su partido, SMER, a posiciones nacionalistas, escépticas, antiimperialistas, prorrusas, antieuroatlánticas y populistas, y consiguiendo un triunfo en las últimas elecciones parlamentarias.
Estok señala que la política en Eslovaquia está extremadamente polarizada, al igual que en muchos otros países. Sin embargo, destaca dos factores que hacen única a la política eslovaca: las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania. Estos dos eventos han profundizado significativamente la división en la sociedad eslovaca y han exacerbado la desconfianza tradicional de los ciudadanos hacia las instituciones.
Recientemente, el ministro del Interior de Eslovaquia afirmó que el país estaba «al borde de la guerra civil» debido a la tensión política. Estok, sin embargo, prefiere entender estas palabras como una retórica política y no como una realidad social. Aunque admite que la sociedad eslovaca está dividida, no espera una escalada de la situación hasta llegar a un estado de confrontación armada.
En cuanto a las soluciones para acabar con esta inercia hacia el enfrentamiento, Estok sostiene que es importante hacer un llamamiento a los ciudadanos para que calmen la situación. No obstante, también advierte que la coyuntura actual podría propiciar la aceleración y la escalada de la tensión.
El intento de asesinato de Fico no es el único acto de violencia que ha sacudido a Eslovaquia recientemente. En los últimos tiempos, han ocurrido agresiones físicas a periodistas, médicos, científicos, policías y minorías. Según Estok, estos episodios son un «trágico espejo» de la sociedad eslovaca contemporánea, que se encuentra al borde de un precipicio y avanza hacia lo desconocido.
Este análisis de la situación política en Eslovaquia ofrece una perspectiva valiosa sobre los retos que enfrenta el país y pone de manifiesto la importancia de la unidad y la cooperación en tiempos de crisis. La experiencia de Eslovaquia es un recordatorio de que los problemas a los que se enfrenta no son únicos, sino que son compartidos por muchas otras naciones. En este sentido, puede ofrecer lecciones valiosas a otros países que también están lidiando con la polarización política y las consecuencias de la pandemia.