El primer juicio penal contra un ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha llegado a su etapa final tras seis semanas de vistas y el testimonio de 22 testigos. El juicio se centra en 34 cargos relacionados con el pago de un soborno a una actriz porno para silenciar una supuesta relación sexual. Un fallo en este caso no solo marcará un hito en las extrañas elecciones de Estados Unidos, sino que también establecerá las expectativas para el futuro de Trump, quien se ha declarado inocente de todos los cargos.
Durante el juicio, la defensa de Trump ha intentado sembrar dudas sobre la credibilidad de Michael Cohen, ex abogado personal de Trump y el supuesto arquitecto del soborno de 130.000 dólares a la actriz Stormy Daniels. Según la fiscalía, este pago, que fue registrado como “gastos legales” en la Organización Trump, fue un intento claro de influir en el resultado de las elecciones de 2016. Sin embargo, la defensa sostiene que no hay evidencia que respalde las afirmaciones de Cohen.
Todd Blanche, el abogado principal de la defensa, ha argumentado que Cohen es un «campeón de los mentirosos» y que su testimonio no está corroborado por ninguna evidencia. Blanche también ha cuestionado la credibilidad de Stormy Daniels, sugiriendo que ella intentó aprovecharse financieramente de la situación.
El juicio también ha arrojado luz sobre el papel de Allen Weisselberg, el antiguo director financiero de la Organización Trump, quien procesó el reembolso de 420.000 dólares a Cohen. Weisselberg, que actualmente está en la cárcel por perjurio, no fue llamado a declarar en el juicio, lo que ha generado muchas preguntas.
El juicio ha cambiado la imagen pública de Trump, un hombre que ha sido silenciado por una orden del juez y que parece aburrido y somnoliento en la corte. Sin embargo, Trump recupera su beligerancia habitual en las redes sociales, donde continúa atacando a sus oponentes y afirmando su inocencia.
Después del juicio, Trump todavía enfrenta otros tres procesos penales, relacionados con el asalto al Capitolio, intento de fraude electoral en Georgia y la retención de documentos clasificados en Florida. A pesar de estos desafíos legales, Trump sigue liderando en muchas encuestas y parece estar utilizando sus problemas legales para obtener apoyo político y financiero.
Independientemente del resultado del juicio, Trump todavía tiene la opción de presentarse a la presidencia en las próximas elecciones. Una condena no le impediría postularse para el cargo ni ser reelegido presidente. Sin embargo, como se trata de un caso estatal, Trump no podría perdonarse a sí mismo si fuera reelegido presidente.
En las últimas etapas del juicio, la defensa de Trump no necesita convencer a todo el jurado de su inocencia. Solo necesitan sembrar dudas en la mente de un solo miembro del jurado, lo que podría llevar al juez a declarar el juicio nulo y forzar una repetición del mismo.
El juicio también ha atraído la atención de figuras prominentes, como el actor Robert De Niro, un conocido votante demócrata, quien apareció fuera del tribunal en apoyo al presidente Joe Biden. La presencia de De Niro y otros simpatizantes demócratas parece ser un intento de la campaña de Biden de aprovechar la atención mediática generada por el juicio.