El martes pasado, una coalición de cuatro partidos de derecha en los Países Bajos, encabezada por el partido del líder ultra Geert Wilders, acordó su candidato a primer ministro después de casi seis meses de negociaciones. El candidato seleccionado es Dick Schoof, actualmente el funcionario de mayor rango del Ministerio de Justicia y con un perfil técnico.
Schoof, de 67 años, anteriormente dirigió el Servicio General de Inteligencia y Seguridad (AIVD) y fue el Coordinador Nacional para la Lucha contra el Terrorismo (NCTV). Su nombramiento representa un consenso que permitirá avanzar en las negociaciones para cubrir el resto de los puestos ministeriales.
El papel del primer ministro es vital en esta etapa de la formación del gobierno. Sin un candidato confirmado, se hace más difícil formar el futuro Consejo de Ministros. De confirmarse, Schoof liderará el primer gobierno encabezado por la ultraderecha en los Países Bajos. Esto a pesar de que Wilders, el candidato más votado en las elecciones de noviembre, renunció en marzo a convertirse en primer ministro debido al rechazo que suscitaba en otras fuerzas de derecha que formarán el gobierno.
Durante la presentación de su candidatura, Schoof reconoció que su nombre «podría ser una sorpresa». Afirmó que el funcionamiento del Estado de derecho ha guiado su carrera y que quiere ser el primer ministro de todos los neerlandeses. Durante su primera rueda de prensa como político, se le preguntó varias veces quién sería el jefe en el nuevo gobierno, ya que había sido propuesto por Wilders tras ganar las elecciones. Schoof respondió que eso era irrelevante y que había sido solicitado por los cuatro partidos. También enfatizó la necesidad de recuperar la confianza del público y trabajar en temas de asilo, migración y seguridad social.
Schoof también mencionó a Mark Rutte, el primer ministro saliente, como una fuente de inspiración, aunque afirmó que seguirá su propio camino. Frans Timmermans, líder de la alianza entre socialdemócratas y ecologistas, sostiene que Schoof es el candidato de Wilders.
Schoof fue miembro de la socialdemocracia, aunque ya no tiene la tarjeta del partido y ha desarrollado su carrera como alto funcionario del Estado. Su trayectoria es diferente a la del liberal Mark Rutte, que ascendió desde las juventudes de su partido (VVD) y fue antes diputado y secretario de Estado. En una entrevista concedida este marzo a la revista liberal de izquierda De Groene Amsterdammer, Schoof pidió «un poco más de reflexión» sobre los resultados electorales del 22 de noviembre que dieron la victoria al Partido por la Libertad, de Wilders.
Schoof tiene una amplia experiencia como gestor de crisis, incluyendo la tragedia del vuelo MH17 de las líneas aéreas malasias, abatido en 2014 sobre Ucrania por un misil de fabricación rusa. El avión despegó del aeropuerto de Ámsterdam y murieron sus 298 ocupantes; 196 eran de nacionalidad neerlandesa. Schoof coordinó la lucha antiterrorista en los Países Bajos en ese momento.
Las cuatro formaciones que integrarán la coalición neerlandesa son el Partido por la Libertad (PVV) de Wilders, el Nuevo Contrato Social, con Pieter Omtzigt a la cabeza; el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), que es el de Rutte aunque liderado hoy por Dilan Yesilgöz; y el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) de Caroline van der Plas.
El anuncio sobre Schoof llega poco después del fracaso del aspirante anterior, el socialdemócrata Ronald Plasterk, quien tuvo que retirarse porque se está investigando cómo gestionó unas patentes —a su nombre— de una terapia contra el cáncer desarrollada con fondos públicos y en asociación con el University Hospital de Ámsterdam. Plasterk no llegó a ser nominado oficialmente, pero las dudas sobre su integridad desbarataron su candidatura.