En los tiempos recientes, los amantes de los automóviles han estado preocupados, especialmente sobre el futuro de los superdeportivos. Estamos siendo testigos de cómo muchas marcas están apostando por la electrificación parcial o total para sus productos más rápidos. Un claro ejemplo de este cambio es Porsche con su recién renovado Porsche 911, ahora conocido como el modelo T-Hybrid. Este deportivo adopta la etiqueta ECO, pero la meta no es ser más eficiente, sino más rápido.
El nuevo sistema del deportivo de Stuttgart difiere mucho de lo que ofrecen otros modelos como el 296 GTB o el futuro sucesor del Lamborghini Huracán, pero el objetivo es similar. De momento, el sistema sólo está disponible en el 911 GTS, única variante que se ha presentado del 992.2 junto al Carrera convencional. Aunque el coche es más pesado, también es mucho más rápido que su predecesor.
En cuanto al sistema híbrido del Porsche 911, se compone de un motor bóxer de seis cilindros y 3.6 litros sobrealimentado, pero ahora por un turbo eléctrico. Este es acelerado instantáneamente por medio de un motor eléctrico situado entre el compresor y la turbina, asegurando así que no haya ningún tipo de lag y se aumenta inmediatamente la presión de sobrealimentación.
El motor eléctrico también actúa como generador y desarrolla hasta 15 CV de energía eléctrica, obtenida directamente del flujo de gases de escape. Como curiosidad, el turbo no tiene válvula de descarga, lo que permite el uso de un solo turbo en lugar de dos como ocurría antes y una respuesta más rápida e inmediata.
Además, dentro del esquema mecánico encontramos otro motor eléctrico síncrono de imanes permanentes integrado en la transmisión PDK, que ha sido revisada y ahora cuenta con ocho velocidades. Este ofrece 54 CV y 150 Nm de par, y está alimentado -al igual que el motor eléctrico del turbo- por una batería de iones de litio de 1,9 kWh de capacidad bruta y que funciona con una tensión de 400 V.
Este conjunto hace que el 911 GTS sea 50 kilos más pesado que el anterior, pero también es sustancialmente más rápido al completar el 0 a 100 en 3 segundos frente a los 3,4 segundos que necesitaba el anterior GTS. El ya mencionado 3.6 bóxer desarrolla un total de 541 CV y 610 Nm de par.
En cuanto al 911 Carrera, esta variante se mantiene fiel a la combustión y no hace uso de ningún sistema eléctrico, lo que deriva en un motor bóxer de 3.0 litros y seis cilindros con doble turbo. Sin embargo, esto no significa que esté exento de mejoras, recibiendo el intercooler de las variantes Turbo y los turbos del anterior GTS, lo que resulta en un motor capaz de rendir 394 CV y 450 Nm de par. Con estas cifras, puede cubrir el 0 a 100 en 4,1 segundos -3,9 con el paquete Sport Chrono- y alcanza una velocidad punta de 294 km/h.
Porsche ha realizado cambios sutiles pero trascendentales para el nuevo 911. Aunque los cambios más trascendentes ocurren debajo de la piel, el mítico 911 ha sufrido otros cambios importantes. Nos encontramos con la misma silueta del 992 pero aderezada con novedades como defensas específicas, nuevas llantas, faros Matrix LED y nuevo diseño para los pilotos posteriores.
En el habitáculo, la principal novedad es que el 911 vendrá de serie como un deportivo bi-plaza, pero en opción se podrán elegir convertirlo en 2+2 sin coste alguno. Esto se combina con la sustitución del formato de llave insertada en el bombín por un botón, con un cuadro de mandos digital de 12,6 pulgadas y una revisión del sistema de infoentretenimiento.
Los precios del nuevo Porsche 911 varían dependiendo de la versión. El Porsche 911 Carrera cuesta 149.302 euros, el Porsche 911 Carrera Cabriolet es de 165.360 euros, el Porsche 911 Carrera GTS es de 198.102 euros, el Porsche 911 Carrera GTS Cabriolet es de 214.141 euros, el Porsche 911 Carrera 4 GTS es de 207.444 euros, el Porsche 911 Carrera 4 GTS Cabriolet es de 223.486 euros y el Porsche 911 Targa 4 GTS es de 223.486 euros. Para los amantes de la velocidad y la marca Porsche, la elección entre estos modelos puede ser difícil, pero sin duda, cada uno ofrece una experiencia única de conducción.