El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, expresó su descontento con los dirigentes de la Unión Europea (UE) en una declaración contundente que indica claramente el tenso clima político entre la República Bolivariana de Venezuela y la UE. La declaración de Amoroso marca una nueva etapa en las relaciones entre Venezuela y la UE, mientras que las tensiones políticas y las sanciones continúan afectando a ambas partes.
Según Amoroso, los líderes de la UE no son bienvenidos en Venezuela mientras persistan las acciones que él califica de genocidas contra Venezuela y su pueblo. Esta declaración se produce en un contexto de crecientes tensiones entre la UE y Venezuela, con la UE manteniendo sanciones contra líderes, generales, colaboradores y jueces venezolanos. Amoroso alega que estas acciones son una forma de diplomacia bélica.
En respuesta a estas sanciones, el gobierno de Venezuela ha retirado la invitación a la misión electoral europea para participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Esta decisión depende de si Bruselas decide revocar las sanciones impuestas a los funcionarios venezolanos.
Amoroso, quien también es el jefe de la Contraloría, ha demostrado anteriormente su descontento con la UE al inhabilitar de manera ilegal e inconstitucional a la líder opositora, Maria Corina Machado, el año pasado. A pesar de las acciones de Amoroso, la UE no ha impuesto sanciones económicas o sociales contra Venezuela. Las sanciones actuales se limitan a restringir los viajes a los países de la UE de los funcionarios señalados y a bloquear los depósitos de fondos a su nombre en los bancos nacionales.
A pesar de la creciente tensión, la UE decidió este mes renovar las sanciones contra los líderes de Venezuela hasta enero. Sin embargo, en un acto de buena voluntad, la UE excluyó a Amoroso de estas sanciones. La reacción de Caracas ha sido fuertemente negativa, poniendo en peligro la misión electoral, que Machado ha descrito como la más importante.
Josep Borrell, Alto Representante de la UE, ha asegurado que informará a su debido tiempo de la presencia europea en Caracas, como ya ocurrió en las elecciones regionales de 2021.
Las elecciones se acercan rápidamente, con los sondeos mostrando una gran diferencia entre el candidato opositor, el embajador Edmundo González Urrutia, y Nicolás Maduro. Según el último sondeo de Meganálisis, González Urrutia cuenta con el 61,1% de los respaldos, frente al 9,8% de Maduro.
La Plataforma Unitaria Democrática, que agrupa a la oposición democrática, ha insistido en que el CNE formalice inmediatamente la observación electoral europea. Esta misión de observación es un compromiso que Maduro asumió en el marco del Acuerdo de Barbados, según la Plataforma.
Sin embargo, aún queda por ver si finalmente asistirán a las elecciones el Centro Carter y las Naciones Unidas, además de un contingente de falsos observadores electorales al servicio de la revolución. Esta situación complica aún más el clima político en Venezuela en vísperas de las elecciones.