El triple asesinato de carabineros en Cañete: una emboscada planificada y meticulosamente ejecutada
En el corazón de la Región del Biobío, la serena ciudad de Cañete fue sacudida con la noticia de un horrendo crimen que dejó a todo el país atónito. El 27 de abril, hace justo un mes, se descubrió una patrulla policial incendiada en la Ruta P72S, que conecta Tirúa con Cañete. Dentro del vehículo se encontraron los cuerpos de los carabineros Carlos Cisterna (43), Sergio Arévalo (34) y Misael Vidal (30).
La noticia del asesinato de estos tres servidores públicos resonó en toda la nación, y el caso aún se encuentra en investigación, sin detenidos hasta la fecha. En un intento por esclarecer el suceso, los fiscales y las policías han estado trabajando incansablemente.
Roberto Garrido, fiscal de la Fiscalía Regional de la Araucanía, se pronunció sobre el caso justo un mes después del incidente. Según Garrido, el crimen fue una «emboscada planificada que requirió un estudio del lugar y de la rutina de los funcionarios de Carabineros».
El fiscal detalló el escenario de la emboscada, explicando que los perpetradores debieron haber planificado meticulosamente el lugar y la hora del ataque, además de realizar una limpieza exhaustiva de la escena del crimen para borrar cualquier rastro de su presencia. Los cuerpos de los oficiales fueron movidos a otro lugar, posiblemente en un intento de distorsionar la verdad de lo sucedido.
Según Garrido, los asesinos utilizaron guantes quirúrgicos para ocultar su identidad y llevar a cabo el asesinato en tan solo una hora. Este tiempo incluyó la emboscada, el asesinato de los carabineros y su posterior traslado al interior del vehículo en llamas.
Las investigaciones apuntan a que la emboscada tuvo lugar en las afueras de la vivienda de Carlos Antihuén Riquelme, quien se encuentra en arresto domiciliario por una causa relacionada con la ley de drogas y la ley de armas. Los asesinos habrían cortado el cerco perimetral y se ocultaron entre los arbustos, esperando a que los carabineros descendieran de la patrulla para abrir el cerco.
El vehículo de carabineros, según Garrido, se encontraba frente a un portón que normalmente estaba abierto. En esta ocasión, el portón estaba cerrado, obligando a los oficiales a abrir las puertas del vehículo. Fue en ese momento cuando los atacantes se aproximaron probablemente desde atrás y emboscaron a los carabineros.
Después de asesinar a los tres policías con disparos de escopeta, los criminales trasladaron los cuerpos a la Ruta P72S y prendieron fuego al vehículo con los cuerpos de los oficiales en su interior.
El caso sigue en investigación y, hasta ahora, no se ha realizado ninguna detención. Sin duda, este crimen ha dejado una marca indeleble en la comunidad de Cañete y en todo el país, mientras continuamos buscando justicia para los fallecidos y sus familias en luto.