Microsoft, el gigante del software, ha revelado recientemente las especificaciones técnicas de Windows 11 Enterprise IOT LTSC 2024, una versión de su sistema operativo diseñada específicamente para adaptarse a las necesidades de las grandes y medianas empresas, así como al cambiante ecosistema de Internet de las Cosas (IoT). Este lanzamiento ha despertado un gran interés en la industria tecnológica, ya que presenta una serie de características únicas y específicas que se apartan de las versiones de escritorio estándar de Windows.
Para aquellos que no estén familiarizados con la terminología utilizada para describir esta versión de Windows, permítanme ofrecer una rápida explicación. El término «Enterprise» se refiere al diseño específico de esta versión de Windows para adaptarse a las necesidades de las grandes y medianas organizaciones. Esto implica periodos de vida más largos, funciones de seguridad mejoradas y ajustes personalizados para encajar en las políticas de dichas empresas.
El acrónimo «IOT» refiere a «Internet de las Cosas», lo que significa que esta versión de Windows ha sido diseñada para funcionar en un vasto y heterogéneo ecosistema de dispositivos. Por último, las siglas «LTSC 2024» representan «Long Term Servicing Channel». Esto implica que esta versión del sistema operativo tiene un ciclo de vida mucho más largo que el promedio, evitando así la necesidad de actualizaciones frecuentes. En este caso, estamos hablando de un ciclo de vida de diez años.
Por tanto, Windows 11 Enterprise IOT LTSC 2024 es una versión del sistema operativo diseñada para dispositivos IoT en un entorno corporativo, con un ciclo de vida extendido. Esto ya nos da una indicación de que sus requisitos técnicos podrían ser bastante diferentes de los de las versiones de escritorio estándar.
De hecho, un análisis de los requisitos técnicos de esta versión, en comparación con los de Windows 11 desde su lanzamiento, revela que la elección de estos últimos parece haber sido completamente arbitraria. Esto es algo que los expertos en tecnología han estado señalando durante años.
Para proporcionar una visión más clara, permítanme presentarles una tabla con las especificaciones técnicas mínimas y recomendadas para esta versión de Windows. Según Microsoft, los requisitos mínimos incluyen un procesador de 1 gigahercio con 2 núcleos, 2 gigabytes de memoria RAM, 16 gigabytes de almacenamiento y la capacidad de utilizar una variedad de tipos de almacenamiento, incluyendo SSD, HDD, SSHD y flash. En términos de firmware, se puede utilizar BIOS, aunque se recomienda UEFI.
Además, aunque el uso de TPM y Secure boot es opcional, se recomienda el uso de TPM 2.0 y Secure boot es obligatorio. DirectX es también opcional, con un mínimo de DX10, pero se recomienda DirectX 12. En cuanto a la pantalla, no hay requisitos específicos, aunque se recomienda una pantalla de al menos 9 pulgadas con resolución 720p.
Es evidente que Microsoft ha tenido que realizar un delicado equilibrio al establecer estos requisitos técnicos, considerando tanto las necesidades de un sistema de escritorio como las de un sistema operativo para el ecosistema de IoT. Sin embargo, la gran diferencia entre los requisitos técnicos de las versiones de escritorio de Windows 11 y los de esta versión demuestra que Microsoft puede haber apuntado demasiado alto con sus requisitos iniciales, dejando a unos 240 millones de equipos fuera de juego.
La buena noticia es que esta versión de Windows puede instalarse en sistemas de escritorio, aunque es posible que después se tengan que instalar algunos elementos adicionales que no se incluyen en esta versión. Con todo, este lanzamiento pone de relieve el compromiso continuo de Microsoft con la adaptación y la mejora de sus productos para satisfacer las cambiantes necesidades de sus clientes.